BERLÍN.  La canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro polaco, Donald Tusk, respondieron a los preparativos de Rusia para la anexión de Crimea con el anuncio de la firma del Acuerdo de Asociación entre la UE y Ucrania, previsiblemente la próxima semana.

 

“Ambos coincidimos en la necesidad de suscribir el acuerdo de asociación lo antes posible”, indicó Tusk, en una comparecencia con la canciller tras el encuentro bilateral en Varsovia, centrado en la crisis de Ucrania y sus efectos en la vecina Polonia.

 

La cita estuvo precedida de unas declaraciones de Tusk, aludiendo a la dependencia de la UE -y muy especialmente de Alemania- de los suministros de gas ruso como presunto ralentizador de respuestas contundentes europeas frente la política de hechos consumados de Moscú.

 

Merkel optó en Varsovia por mostrar como coincidentes el acuerdo de Asociación con Ucrania -cuya congelación en noviembre pasado por el entonces presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, precipitó la ola de protestas en Kiev- y el hecho de poner el acento en un inminente endurecimiento de las sanciones contra Moscú.

 

En Washington, el presidente Obama recibió en la Casa Blanca al primer ministro de Ucrania, Arseni Yatseniuk, para demostrar su apoyo al nuevo Gobierno interino de Kiev en medio de las tensiones con Rusia.

 

En el encuentro también estuvo presente el vicepresidente estadunidense, Joseph Biden, quien debido a la crisis en Ucrania canceló una visita a la República Dominicana que tenía previsto realizar ayer tras su viaje a Chile, donde asistió a la investidura presidencial de Michelle Bachelet.

 

EU ha repetido en los últimos días que apoya la “legitimidad” del Gobierno de Yatseniuk, que asumió el poder después de tres meses de protestas populares callejeras que terminaron con el régimen del presidente Víctor Yanukóvich.

 

Antes de su reunión con Obama, el primer ministro ucraniano fue recibido por el secretario de Estado de EU, John Kerry, en el Departamento de Estado.

 

Preguntado por la reunión que mantendrá el viernes en Londres con el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, Kerry se limitó a decir que se llevaba planeando “desde hace algún tiempo”.

 

Quien también fijó posición sobre el tema de Ucrania fue el G7. Sus miembros exigieron a Rusia abandonar sus intentos de anexionarse la península ucraniana de Crimea e insistieron en que el referéndum convocado para decidir sobre su integración a la Federación Rusa es ilegal y se produce bajo una atmósfera de presión.

 

El grupo de las siete economías más industrializadas (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) hizo un llamamiento a través de un comunicado conjunto emitido por la Casa Blanca para que Rusia “cese todos los esfuerzos para cambiar el estatus de Crimea, contrario a la ley ucraniana y en violación de la ley internacional”.