Un Juez de Distrito en Materia de Procesos Penales Federales en el Estado de México dictó auto de formal prisión a Santiago Meza López, alias El Pozolero o El Chapito, por delincuencia organizada y secuestro en agravio de tres víctimas.

 

Meza López era uno de los 20 delincuentes más buscados por el FBI. Fue detenido en el mes de enero del 2009, en su momento aceptó haber desecho en sosa cáustica a por lo menos 300 personas y que por su trabajo cobraba 600 dólares por semana.

 

El Pozolero trabajaba para el Cártel de Tijuana o de Los Arellano Félix, bajo el mando de Eduardo Teodoro García Simental; se dedicaba a disolver en tambos los cuerpos de las personas que eran ejecutadas, para lo cual combinaba agua con sosa cáustica.

 

A García Simental se le atribuye haber secuestrado a su novia, a la mamá, hermano y sobrino de ella, ya que fue él quien la llamó por teléfono para invitarla a cenar y terminar su relación “como amigos”, cena a la cual asistieron y nunca más se supo de ellos.

 

Cuando Víctor Alejandro López Soto (padre de la novia), denunció la privación de libertad de sus familiares, fue secuestrado por Marcos Javier Lujan Rosales y Héctor Manuel Diarte Guerrero, policías ministeriales, quienes lo subieron a una patrulla y lo entregaron a Meza López, quien lo mató y disolvió en sosa caústica.