Después de seis años, Ilse Michel, una de las niñas sustraída del albergue Casitas del Sur, en el Distrito Federal, regresó al lado de su abuela, y aunque no hay certeza de la forma en que fue recuperada, la menor, quien paso los últimos 18 meses casi en cautiverio, llegó para estar con su verdadera familia.

 

Versiones oficiales mencionan que, la ahora adolescente de 16 años, fue localizada en España gracias a trabajos de inteligencia de la PGR, aunque otras opiniones dicen que la menor nunca abandonó el país, que estuvo en dos domicilios del Distrito Federal, y que el viernes pasado, la familia que la tenía la subió a un taxi para que la llevara al DIF-Nacional.

 

En noviembre del 2008 Ilse fue separada de sus padres por presunta violencia intrafamiliar y abusos, argumentos legales por los cuales, la entonces niña de 10 años, fue enviada al Albergue Temporal del Ministerio Público de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.

 

El albergue

 

En la casa-hogar Casitas del Sur, tras la ‘desaparición’ de varios niños, las autoridades investigaron y detectaron su modus operandi, que consistía en inculpar a los padres de diversos delitos, principalmente violación y abuso sexual, así la custodia les era retirada y los niños enviados por la PGJDF al albergue.

 

Este fue el caso de Ilse Miche, quien fue canalizada por la PGJDF a Casitas del Sur, mientras se definía la situación jurídica de sus padres, quienes después de la pérdida de la niña se divorciaron.

 

La cifra oficial reconocida por la PGJDF es de 11 desaparecidos, tan solo de Casitas en el DF, pero no hay una cifra exacta de los menores sustraídos y canalizados a casas de asistencia.

 

Ante la magnitud del problema, el asunto fue turnado a la Procuraduría General de la República, quien informó que se contaron 22 niños desaparecidos en Quintana Roo, Nuevo León y el Distrito Federal, todos ellos relacionados con Casitas del Sur, administrada por la Iglesia Cristiana Restaurada y Los Prefectos, a quienes la Secretaría de Gobernación les retiró la licencia de culto luego del escándalo.

 

La Iglesia Cristiana Restaurada tenía una red de albergues en distintas entidades y, en algunos casos, era tal el adoctrinamiento que los padres entregaban voluntariamente a sus hijos, y en otras ocasiones los niños que estaban bajo su resguardo porque los padres estaban sujetos a investigación, simplemente desaparecían con una completa impunidad.

 

Por el momento, Ilse Michel está bajo la custodia de su abuela materna, Ardelia Martínez, quien inició la búsqueda de su nieta con apoyo de los medios de comunicación y organizaciones de derechos humanos y de la infancia, aunque para ella fue ardua la labor, ya que tenía que llevar el estigma de que la niña fue retirada del lado de su madre porque era víctima de abuso.

 

“Ilse se encuentra bien de salud, es una niña muy fuerte, está muy crecida, y dice que llegó para estar al lado de su familia. Las reconoce a todas, a Mayra (su mamá), a Ardelia, aunque se queda muy callada, no habla mucho y parece muy distante”, dijo una de las personas allegadas a la familia.

 

La autoridad

 

Durante la administración de Miguel Ángel Mancera Espinosa como procurador capitalino, quien reaccionó ante la evidencia del vacío de registros de niños ingresados y canalizados a albergues por la PGJDF y los desacatos de la directiva de la estancia, ordenó dos operativos a las instalaciones de Castitas del Sur ubicados en la delegación Xochimilco.

 

Como resultado de estas operaciones se rescató de 116 niños, todos ellos adoctrinados para repeler la presencia de los agentes de la Procuraduría, pues les dijeron que “afuera” iba a ser el fin del mundo. Sin embargo, entre los menores recuperados no se encontraba Ilse Michel.

 

De acuerdo con el ex diputado del Partido Acción Nacional, Agustín Castilla Marroquí, quien habló con la familia de la adolescente, durante esta incursión de la PGJDF en enero del 2009, Ilse fue sustraída con engaños por una trabajadora quien la sacó del lugar durante la intervención policiaca.

 

Fue el viernes pasado, 7 de marzo, cuando Ilse llegó al DIF Nacional a bordo de un taxi donde fue enviada por la gente que la tenía. El último año y medio estuvo totalmente aislada y sin permiso para salir a la calle, y sin ninguna forma de comunicación.

 

En el DIF fue recogida por su mamá, Mayra Martínez y su abuelita Ardelia, quienes tienen plena certeza de que es su niña, la que les arrebataron cuando tenía 10 años.

 

“Ilse dice que se la llevaron con engaños, que una trabajadora del albergue le dijo que huyera, que su familia ya no la quería y la entregó con otra familia que durante año y medio la tuvo encerrada, sin dejarla salir para que no se enterara que era buscada”, dijo el ex diputado en entrevista vía telefónica.

 

Detalló que la menor está en casa de su abuela Ardelia, quien tiene la patria potestad, y que la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) ya fue informada y actualmente le práctica los exámenes de ADN para tener certeza de que se trata de la misma niña sustraída hace seis años.

 

Agustín Castilla indicó que la jovencita dijo a las personas que la tenían que quería ver a su verdadera madre y, ante la insistencia de la menor, la subieron a un taxi al cual le dieron la dirección del DIF Nacional.

 

“La mamá de Ilse no tiene duda que sea su hija, pues casi no ha cambiado su rostro y, bueno, esperamos que le hagan estudios necesarios”, dijo Castilla.

 

Por su parte, la PGR confirmó que Ilse Michel fue recuperada y se encuentra en el domicilio de su abuela; en contraste con la versión del ex diputado, se informó que el sábado de la semana pasada su madre Mayra Martínez y su abuela Ardelia fueron citadas en las instalaciones de la PGR para reconocer a la menor, quien estaba en España.

 

Por el momento se encuentran en espera de confirmar los exámenes de ADN, y con ello establecer que se trata de la niña que desapareció del albergue hace seis años.

 

Actualmente, siete personas se encuentran sujetas a proceso penal por sus probables vínculos con la organización delictiva responsable de la desaparición de los menores, entre ellos, al directora del albergue Elvira Casco Majalca; la apoderada legal, Vannesa Barrosos Mosqueda; Carlos Loredo, administrador de la casa hogar; Mario Alberto Zúñiga, Estela Rivas y Braulia Valverde, éstos últimos personal administrativo y de trabajo social del albergue.