Si bien Oceanografía no es el principal contratista de Pemex, los barcos que opera la compañía de Amado Yáñez no pueden ser sustituidos en el corto plazo, debido a que la paraestatal concentró su dependencia en ella, afirmó Luis Miguel Labardini, analista en temas energéticos de la firma Marcos y Asociados.

 

“Los barcos de Oceanografía no pueden dejar de operar de un día para otro. Existen barcos en el mercado que pueden sustituir los de Oceanografía, sin duda, existen empresas que pueden sustituir a Oceanografía sí, pero digamos que Pemex había experimentado una concentración muy significativa de dependencia en Oceanografía”, explicó en entrevista con 24 HORAS.

 

De acuerdo con Oceanografía, la compañía opera actualmente 69 barcos que están adaptados para realizar diferentes servicios para el sector petrolero, como mantenimiento y reparación, perforación de pozos, abastecimiento y otros que sirven para apoyar la industria en varias actividades.

 

No obstante, no todos los barcos trabajan contratados directamente por Pemex, algunos de ellos están siendo rentados por otros proveedores privados que realizan servicios para la paraestatal, dijo Labardini.

 

Esos barcos son normalmente rentados por día y según el analista, el precio de los barcos de Oceanografía varía entre 10 mil y 150 mil dólares diarios.

 

“Por ejemplo, el Goliath -que desapareció-, la renta diaria de ese barco era de más o menos 170 mil dólares diarios”, detalló.

 

Labardini precisó que Oceanografía no es el mayor proveedor de servicios de Pemex, pero sí tiene un peso importante en las actividades de la petrolera mexicana, por lo que una quiebra de la empresa de Amado Yánez tendría un impacto.

 

“Sí pienso que puede ser de los contratistas más importantes, pero estamos hablando de un mercado donde Pemex tiene una inversión anual de 30 mil millones dólares para este año”, señaló.

 

Sin embargo, la industria mexicana de transporte marítimo en el sector petrolero es relativamente pequeña, pues la mayoría de la explotación del combustible se concentra principalmente en la Sonda de Campeche.

 

“El 90% de toda la industria de transporte marítimo en México está concentrada en las plataformas de la Sonda de Campeche. Eso te da una idea de la importancia que tiene el sector de la exploración y producción en aguas someras concretamente”, expuso el experto.

 

Las dos partes

 

El socio de Marcos y Asociados indicó que el sector petrolero y del gas están divididos en dos partes: los operadores y los proveedores de servicios. Los operadores son empresas, como Shell, Exxon, British Petroleum, Chevron, Pemex, Petrobras, Statoil, Ecopetrol, Eni y Repsol.

 

“Pero hay una industria que es casi igualmente grande, que es la industria de servicios a la industria petrolera, que son las compañías que se dedican a hacer ingeniería, las compañías que tienen plataformas de perforación, las que tienen barcos, las que tienden ductos o que operan ductos. Sus clientes son las empresas petroleras”, comentó.

 

Y la industria de servicios en México es muy importante, pues existen alrededor 50 mil empresas que proporcionan todo tiempo de actividades a la industria, que va desde los servicios de comida y de mantenimiento hasta la perforación de pozos y construcción de plataformas.

 

“La función de una empresa como Pemex es la de tomar el riesgo geológico, esa es su vocación. No es su vocación fabricar barcos, no es su vocación tener astilleros, no es su vocación fabricar plataformas o incluso no es su vocación operar las plataformas. Eso se subcontrata con el otro segmento de la industria, que es la industria de servicios, lo que le llaman en inglés Oil Field Services Companies”, explicó Labarini.

 

La francesa Schlumbereger es la empresa que actualmente es la más importante para Pemex. Es la que le da servicios a pozos petroleros. Pemex también contrata a la estadunidense Halliburton para diferentes servicios.

 

Entre los contratistas mexicanos está Industria Perforadora de Campeche, filial de Grupo R, que tiene tres plataformas insumergibles. Pemex contrata a Grupo México, a través de su filial Perforadora México; Grupo Carso mediante los servicios de GSM.

 

Ica también tiene una participación en Pemex, especialmente en cuanto a la construcción industrial.

 

Oro Negro de Luis Ramírez Corzo, ex director general de Pemex, también proporciona servicios a Pemex con sus dos plataformas autoelevables que sirven para perforar pozos y realizar mantenimiento de equipos.

 

Labardini considera que la quiebra de un proveedor tendría impacto relativamente bajo, ya que las compañías petroleras tratan de diversificar sus riesgos para evitar ese tiempo de problemas.

 

“En el caso concreto de Pemex, por ejemplo si quiebra una empresa como Schlumbereger, que es probablemente su contratista más importante, siento que las operaciones de Pemex se verían significativamente afectadas”, advirtió.

 

Lo mismo puede suceder con Oceanografía, ya que Pemex concentró su dependencia en esa compañía en los últimos años, pues Labardini considera que tomaría tiempo para sustituirla por otros contratistas.

 

“No podría ser en el corto plazo”, dijo.

 

El valor de Oro Negro

 

En cuanto a Oro Negro, cuyo propietario es Luis Ramírez Corzo, ex director general de Pemex, Labardini consideró que es un contratista recién llegado y que todavía tiene que probarle a Pemex que puede ser una empresa eficiente para realizar los servicios que la paraestatal necesita.

 

Otro de los dueños de Oro Negro es Gonzalo Gil White, hijo de Francisco Gil Díaz, secretario de Hacienda en el sexenio de Vicente Fox.

 

Asimismo, las calificadoras han señalado que Oceanografía y Oro Negro tienen nivel de riesgo financiero muy alto y que son empresas muy apalancadas, que dependen de un solo cliente: Pemex.

 

Luego de anunciarse la investigación de la PGR y de entidades estadunidenses por presunto fraude cometido por Oceanografía el pasado 28 de febrero, Standard and Poor’s (S&P) comentó la semana pasada que las calificaciones crediticias de la calificadora advertían los altos riesgos que representaba la empresa.

 

S&P dejó de calificar a Oceanografía en 2010, luego de que la compañía dejó de darle información sobre sus finanzas.

 

“Ahorita la compañía tiene los problemas legales que tiene”, dijo Eduardo Uribe-Caraza, director general y líder analítico para América Latina de la calificadora.