A pesar del impacto del recorte del estímulo monetario de Estados Unidos en las economías emergentes, México se ha diferenciado en los mercados debido a su fortaleza macroeconómica, la cual es reconocida por la comunidad internacional, aseguró la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

 

En el Informe Semanal del Vocero, advierte la solidez de la economía mexicana, lo que le “ha permitido hacer frente a las condiciones internacionales que prevalecen en la actualidad”.

 

Refiere que desde mayo del año pasado comenzó a hablarse de un recorte en los estímulos extraordinarios de la política monetaria de Estados Unidos, aplicados a partir de la crisis económica y financiera de 2008-2009.

 

Y aunque la medida, denominada tapering, tiene un efecto positivo de fondo para México, pues es signo de una recuperación económica del principal socio comercial, también representa un reto debido al ambiente de volatilidad financiera que ha generado y que ha afectado principalmente a las economías emergentes.

 

Señala que el recorte del estímulo monetario ha tenido como consecuencia alzas en las tasas de interés de largo plazo de Estados Unidos, lo que ha provocado que muchas inversiones comiencen a trasladarse de las economías emergentes hacia las desarrolladas, lo que genera en las primeras volatilidad financiera y menor liquidez.

 

“Ante dicho escenario, los mercados internacionales han diferenciado a México por sus fundamentos macroeconómicos en relación con otros países emergentes. Esto puede corroborarse a través de dos indicadores clave, el tipo de cambio y el riesgo soberano”.

 

En este sentido, señala que en el tipo de cambio se observa una moderada depreciación del peso, de tan solo 3.5 por ciento desde enero de 2013, por debajo de la observada en países como Brasil (14.6 por ciento), Colombia (15.5 por ciento), Turquía (23.9 por ciento) o Sudáfrica (26.6 por ciento)

 

De la misma forma, el riesgo crediticio de México se ha mantenido en niveles similares a los de enero del año pasado, pese a la volatilidad que han experimentado otras naciones emergentes.

 

La dependencia asevera que la fortaleza de la moneda mexicana es representativa del alto nivel de estabilidad de la economía, mientras que la estabilidad del riesgo país refleja la confianza en el desempeño económico.

 

Así, la solidez macroeconómica, el manejo responsable de las finanzas públicas, las perspectivas de crecimiento y las reformas estructurales le han dado a México estabilidad y reconocimiento internacional, destaca.

 

La dependencia puso como ejemplo de ello el incremento en la calificación crediticia otorgado por Moody’s en febrero pasado, que por primera vez coloca al país en el rango de las A, convirtiéndola en la segunda economía de América ca Latina luego de Chile en tener dicho nivel.

 

Uno de los aspectos más reconocidos por la comunidad internacional en este último año es la histórica agenda de reformas estructurales que ha impulsado el presidente Enrique Peña Nieto, con el apoyo mayoritario del Congreso, y que tiene como común denominador el crecimiento de la productividad en beneficio de todos los mexicanos.

 

Justifica que dichas reformas surgieron como una respuesta a la necesidad de incrementar los bajos niveles de productividad del país presentes en los últimos 30 años y que han sido el principal obstáculo para que México pueda crecer a tasas más altas de manera sostenida.

 

De esta manera, la reforma energética permitirá la reducción del precio de la energía, haciendo más competitivas a las empresas mexicanas, en tanto que la financiera propicia un mayor acceso al crédito, a mejores condiciones, en beneficio de las familias, de las pequeñas y medianas empresas, además de un mayor impulso para la banca de desarrollo.

 

La reforma en telecomunicaciones busca abaratar el costo de la tecnología de información, darle mayor calidad y cobertura; mientras que la reforma de competencia económica promueve una mayor innovación e insumos de mejor calidad y precio para toda la economía.

 

Por su parte, la reforma hacendaria reduce los costos de la formalidad y fortalece la capacidad del Estado para desarrollar infraestructura en beneficio de las familias mexicanas, y la laboral flexibiliza el mercado de trabajo e induce mayor productividad de la mano de obra.

 

Finalmente, la reforma educativa apoya la formación de capital humano para que éste sea más productivo.

 

“En suma, en 2013 se envió una clara señal de que México se está transformando para bien de todos los mexicanos. Así, para 2014 el reto es implementar con éxito las reformas que nos permitan elevar la productividad en los próximos años para así asentar las bases de un mayor crecimiento económico sostenido en el mediano y largo plazos”.

 

Añade que el favorable manejo de la política económica y de la deuda pública en México, así como la aprobación de las reformas, se traducen en una mayor fortaleza ante un entorno internacional volátil.