CIUDAD DEL VATICANO. El papa Francisco exhortó hoy a los católicos a no condenar a las personas divorciadas e instó a “caminar con ellos”, a sentir dolor junto con ellos por el “fracaso en su amor”.

 

En medio de un intenso debate entre cardenales y obispos sobre la posibilidad de administrar el sacramento de la comunión a las personas divorciadas y vueltas a casar, el pontífice tocó el tema durante su misa privada matutina.

 

En el sermón, pronunciado ante un grupo de personas en la Capilla de su residencia vaticana, la Casa Santa Marta, el líder católico advirtió contra “las trampas” que se esconden “detrás de la casuística” al analizar la situación de las personas.

 

“Cuando se deja al padre y a la madre y se une a una mujer, se hacen una sola carne y van hacia delante pero este amor fracasa, porque muchas veces fracasa, tenemos que sentir el dolor de este fracaso”, indicó.

 

“(Se debe) acompañar a las personas que han sufrido este fracaso en su amor. ¡No condenen! ¡Caminen con ellos! Y no usen la casuística con su situación”, agregó.

 

Su referencia a la casuística puede parecer irrelevante, pero tiene gran importancia en medio de un debate de gran intensidad, que se abrió la semana pasada durante una reunión –a puerta cerrada- entre el pontífice y más de 150 cardenales.

 

En ese encuentro, llamado Consistorio Extraordinario, más de 60 purpurados dieron su parecer ante el pleno respecto de las posibilidades que podrían abrirse a dar la comunión a los casados en segundas nupcias, que ahora están excluidas de participar en ese sacramento.

 

Antes de aquel diálogo el Papa hizo referencia justamente a la casuística al advertir que si las discusiones retomaban los casos de personas en situaciones particulares podrían terminar convirtiendo en infructuoso el diálogo.

 

Aunque El Vaticano no dio a conocer el contenido de las intervenciones de los cardenales, uno de ellos, el francés Philippe Barbarin, aseguró que el 90 por ciento de ellos versó justamente sobre el tema de los divorciados y vueltos a casar.

 

Varios purpurados ya han dicho públicamente que serían contrarios a cualquier apertura en este tema, como el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Gerhard Ludwig Mueller, quien aseguró tajante que nadie puede cambiar el mandato de Cristo sobre el matrimonio.

 

Por eso no es casual que el Papa Francisco haya retomado este viernes el tema.

 

“Cuando ve la belleza del amor, lo bello que es el matrimonio y la familia, lo bello que es este camino, vemos cuánta cercanía debemos tener hacia los hermanos y las hermanas que en su vida han tenido la desgracia de un fracaso en el amor”, indicó.

 

“Debemos estar atentos a que no fracase el amor. Que el Señor nos dé a todos la gracia de entenderlo y también la gracia de no caer nunca en este comportamiento casuístico de los fariseos, de los doctores de la ley”, apuntó.