El Departamento de Justicia de los Estados Unidos y la Procuraduría General de la República (PGR) intercambiarán información sobre los expedientes abiertos en ambos países en contra del líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo Guzmán, ante el escenario de una posible solicitud de extradición.

 

Autoridades federales confirmaron a este diario que la subprocuradora de Asuntos Jurídicos e Internacionales, Mariana Benítez, viajó a Washington para sostener una reunión de trabajo con funcionarios del referido departamento.

 

El encuentro, en el que se abordarán diversos temas de interés para ambos países,  ya estaba fechado previo a la captura del capo, no obstante se aprovechará un espacio para analizar el caso de Guzmán Loera y el escenario de un posible proceso de extradición.

 

El líder del Cártel de Sinaloa, recapturado en México 13 años después de que se fugó de un penal en Jalisco, tiene procesos abiertos en al menos seis estados del país vecino por delitos graves que van del tráfico de toneladas de droga hasta el lavado de dinero.

 

Fiscales de Chicago y Nueva York han expresado públicamente la intención de impulsar un procedimiento de extradición.

 

En la PGR señalaron que se trabajará conjuntamente con el gobierno federal de los Estados Unidos para analizar los escenarios posibles, aunque expresaron que la prioridad es desahogar las averiguaciones que están pendientes en México contra El Chapo.

 

No será pronto: Murillo

 

El titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, reveló  ayer que  sostuvo una conversación telefónica con el procurador de Estados Unidos, Eric Holder, en torno a la posibilidad de que Guzmán Loera se extraditado, aunque descartó que esto vaya a ocurrir en el corto plazo.

 

“Lo estamos analizando y estamos viendo las posibilidades, no sólo jurídicas, sino las de conveniencia de información, inteligencia y todo lo que tiene que ver (…) es muy anticipado dar una opinión ahorita, yo te diría que, por lo menos pronto, no creo que se dé (la extradición)”, indicó.

 

Murillo insistió en que la detención de Guzmán es apenas el principio de una indagatoria profunda que tiene por objeto desarticular al Cártel de Sinaloa y sus redes de vínculos en los círculos criminales, policíacos y políticos.

 

Descartan la pena de muerte

 

Aunque Joaquín El Chapo Guzmán sea extraditado, como lo han solicitado autoridades de al menos seis estados donde tiene acusaciones, el líder del Cártel de Sinaloa no enfrentará la pena de muerte, pues las autoridades mexicanas no lo permitirían.

 

“No hay ninguna forma de que los mexicanos permitan la pena de muerte y lo detallaría explícitamente en cualquier acuerdo de extradición”, explicó a 24 HORAS representantes de Stratfor.

 

En el caso de que se acepte la extradición del capo mexicano a Estados Unidos, Guzmán será encarcelado como Osiel Cárdenas Guillén, quien fue líder del Cártel del Golfo, y otros narcotraficantes extraditados a esa nación.

 

Stratfor recordó que Cárdenas Guillén fue llevado a Estados Unidos el 19 de enero de 2007, donde enfrentó 17 cargos en una corte de Houston, Texas.

 

El líder del Cártel del Golfo fue capturado en marzo de 2003 en Matamoros y acusado por delitos de delincuencia organizada y daños contra la salud, pero luego de largas negociaciones con Estados Unidos, el gobierno mexicano concedió la extradición del capo a esa nación en marzo de 2005.

 

No obstante, el proceso de extradición tardó casi dos años debido a que los abogados de Cárdenas Guillén esperaron agotar todas las instancias de amparo para dejarlo ir a EU.

 

La historia parece que se repetirá con Joaquín Guzmán.

 

La agencia de inteligencia global afirmó que los abogados de Guzmán van a desafiar fuertemente el proceso de extradición a través del sistema de justicia mexicano, lo que prevé que un larga disputa para que el capo llegue a Estados Unidos.

 

“Creemos que los abogados de Guzmán van a presentar un desafío fuerte a su extradición a través del sistema judicial mexicano”, dijeron los representantes de Stratfor.