Como una obra con irregularidades graves calificó la Auditoria Superior de la Federación (ASF) la construcción de infraestructura carretera más importante en la administración del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, la autopista Durango-Mazatlán y el Puente Baluarte Bicentenario, cuyo costó original se triplicó.

 

La ASF consideró que “son hechos graves que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, por conducto la dirección general de Carreteras y de los Centros SCT, Durango y Sinaloa, no cumplieran con las disposiciones normativas aplicables”.

 

La realización de este tramo carretero, incluido el puente atirantado más alto del mundo, el Puente Baluarte Bicentenario, fue cotizado inicialmente por 8 mil 889 millones de pesos, sin embargo, durante este último año de la administración Calderón Hinojosa, la suma se modificó a 22 mil 100 millones de pesos.

 

No obstante, el 31 de diciembre de ese mismo año, la suma se elevó a 23 mil 385 millones, según constató el titular de la ASF, Juan Manuel Portal Martínez, en el apartado de Desarrollo Económico del informe sobre el gasto federal ejercido en 2012.

 

Con 28 señalamientos en contra por presumibles daños al erario público, la ASF calificó como negativo el dictamen sobre las diversas auditorias aplicadas, al tiempo de estimar un daño a la nación que supera los 1 mil 616 millones de pesos, sólo en esta obra carretera.

 

Por ello, la ASF recomendó “mejores prácticas para la contratación de obra pública, específicamente en los alcances, términos de referencia, modelos de contrato, análisis del financiamiento y especificaciones para el pago de conceptos de obra como el concreto hidráulico y asfáltico, y el acero de refuerzo”.

 

El resultado de la auditoria aseguró que, durante la administración de Dionisio Pérez-Jácome como titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT),  “no se evaluó correctamente el costo por financiamiento presentado en la propuesta del contrato de iluminación y no se autorizaron los precios unitarios extraordinarios dentro del plazo establecido por la ley”.

 

Las observaciones económicas también señalan una diferencia de mil 616 millones de pesos a causa de trabajos de mala calidad, errónea integración de precios unitarios extraordinarios, incorrecto cálculo y aplicación de los factores de ajustes de precios, falta de ajuste del costo de financiamiento por los anticipos concedidos y por la variación de las tasas de interés, así como por pagos anticipados.

 

El proyecto consistió en la construcción de una autopista de cuota de altas especificaciones con dos carriles de circulación de 12 metros de ancho en una longitud de 222 kilómetros, así como cuatro carriles en una longitud de 8 kilómetros. Además, se construyeron 61 túneles y 43 puentes, incluyendo el puente Baluarte, con una extensión de mil 124 metros y una altura de 390 metros, obra que se concluyó en octubre de 2013.

 

“Se ha observado que la problemática principal para la ejecución de las obras de infraestructura carretera en los tiempos y con los costos programados es la deficiente elaboración de los proyectos ejecutivos, la insuficiencia de estudios técnicos y la falta de permisos y licencias”, refirió el funcionario.

 

Récord Guinness

 

En enero de 2012, el entonces presidente de la República, Felipe Calderón, recibió la acreditación de la organización Récord Guinness por haber construido el puente atirantado más alto del mundo, ubicado en el llamado Espinazo del Diablo, con una longitud de mil 124 metros sobre una barranca de 402 metros de profundidad.

 

En aquel momento, el político michoacano consideró la obra como una hazaña de la ingeniería mexicana y recordó que algunos calificaron el proyecto de utópico e imposible; es “un símbolo de lo que podemos hacer los mexicanos cuando nos proponemos hacer grandes cosas”, aseguró.

 

México se ha distinguido “por haber construido el puente con tirantes de acero más alto de todo el orbe. No hay otro puente con tirantes más alto en todo el mundo. Y eso nos debe de llenar de orgullo”, presumió en su mensaje político.

 

Concesiones de autopistas

 

La ASF también revisó cuatro concesiones otorgadas por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT); tres fueron a las autopistas Amozoc-Perote, San Martín-Texmelucan-Tlaxcala-El Molinito y Cardel-Veracruz. Dos concesiones se asignaron a empresas privadas y una al Gobierno de Veracruz; la restante, correspondiente al puente San Miguel, fue otorgada al gobierno de Sinaloa.

 

Respecto de la autopista Amozoc-Perote, la ASF observó que la SCT consideró para el cálculo y autorización de las tarifas, longitudes mayores a las estipuladas en el título de concesión, ya que se establecieron 104 kilómetros se cobraron 117; además, se detectaron trabajos de mala calidad. Para el libramiento de Perote, la SCT consideró para el cálculo y autorización de las tarifas, longitudes mayores a las establecidas en el título de concesión, ya que se determinaron 17 kilómetros y se cobraron 18, según determinó el informe del auditor Portal Martínez.

 

En lo referente a la autopista Cardel-Veracruz, la auditoría reveló que no se cumplieron los programas de construcción de los libramientos, ni de la ampliación del tramo a cuatro carriles. En relación con el puente San Miguel no se estableció una vía alterna libre de peaje y los trabajos realizados fueron de mala calidad.