Conatos de violencia entre anarquistas y granaderos, marchas de partidos políticos, reclamos de ex braceros y hasta conciertos de rock fueron parte de las movilizaciones que se vivieron ayer en Toluca en repudio a la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en el marco de la Cumbre de Líderes de América del Norte.

 

Mientras el mandatario nacional, Enrique Peña Nieto, recibía al primer ministro de Canadá, Stephen Harper y al estadunidense, Barack Obama, diversos grupos se manifestaron por las calles de la capital del Estado de México.

 

Grupos denominados anarquistas, provenientes del Distrito Federal, se enfrentaron con palos y tubos contra policías federales y estatales, encargados de mantener la seguridad en el perímetro del centro histórico de Toluca por la visita de los presidentes extranjeros.

 

De acuerdo con los reportes de la policía, unos 40 anarquistas se sumaron a una manifestación que realizó el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y ex braceros, pero fueron encapsulados por los elementos de seguridad.

 

Las protestas también fueron organizadas desde la mañana de este miércoles, una de estas fue la del Partido de la Revolución Democrática (PRD), que reunió a unos 10 mil militantes en una manifestación pacífica donde participaron líderes nacionales y estatales del sol azteca. Los perredistas se concentraron desde las 10 de la mañana en el mercado Benito Juárez y realizaron una marcha por algunas vías de Toluca.

 

También el Partido del Trabajo organizó un festival de Rock a unos 300 metros del lugar donde  se llevó a cabo la Cumbre de Líderes de Norteamérica.

 

En el Distrito Federal, organizaciones sindicales como la CNTE se movilizaron a la embajada de Estados Unidos en México y el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) de Andrés Manuel López Obrador, lanzó un pronunciamiento en el que aseguró que la “felicidad de Estados Unidos en la visita a México se debe a que Peña Nieto le regalará el petróleo”.