ruben hernandez cronica del saborGUADALAJARA. “Buscamos poner de manifiesto que somos un país con una gran riqueza cultural, y que toda esa cultura se manifiesta en múltiples aspectos que al fin de cuentas siempre se relacionan. México tiene, en sus distintas regiones cafetaleras, propuestas que hablan de identidad, carácter y del trabajo paciente de los productores del campo. Es una labor que nos distingue y nos proyecta en nuestro país y el extranjero a la hora de saborear una buena taza de café mexicano”, dice Samuel Canela Ricárdez, director de proyectos especiales de Black Coffee Gallery (BCG).

“Es un oficio de tradición y de paciente labor cotidiana. Mucho de ellos se refleja igualmente en el trabajo de nuestros grandes artistas plásticos; figuras que reflejan una realidad, sueños e historias, invenciones e interpretaciones. Son formas, colores y contrastes que forman parte de nuestros escenarios: los espacios donde ponemos de manifiesto la riqueza de nuestra industria cafetalera; junto con las grandes expresiones de la plástica, en particular de los maestros oaxaqueños”, agrega.

Samuel destaca que en septiembre de 2008 se inauguró en la ciudad de Guadalajara, la primera sucursal de Black Coffee Gallery, dedicada al creador oaxaqueño Amador Montes y que tuvo desde su origen una intención: brindar a sus clientes y visitantes el mejor café y el más sugestivo arte contemporáneo de México.

“Black Coffee Gallery es una empresa 100% mexicana dedicada a la preparación y venta de bebidas a base de café con una amplia gama de presentaciones abarcando a los distintos gustos y complaciendo a los más exigentes paladares por su calidad de altura en el café que se utiliza, adquirido directamente de los productores del mejor café orgánico de los estados de Oaxaca y Veracruz, variedades que han sido refinadamente fusionadas por un catador experto, hasta obtener las mezclas perfectas”.

Agrega: “BCG no es una cafetería convencional. Tampoco podía serlo su propuesta estética en interiores, muy ligada al arte contemporáneo y dirigida a la formación de nuevos públicos. La propuesta es, por lo tanto, una didáctica del arte ligada a la oportunidad de saborear un buen café, mediante la exhibición de cuadros y esculturas, la edición de libros especializados y la emisión de postales que permiten a cada cliente salir del café con una obra de arte en el bolsillo. Son gratuitas y coleccionables, se pueden encontrar en cualquiera de nuestras sucursales”.

Esta iniciativa, indica, permite la interacción entre el espectador y la obra al alcance de todos, incluyendo la posibilidad de sabr más sobre la historia, trayectoria y obras de los artistas de cada sucursal.

Los cafés de Oaxaca y Veracruz son esencia de la propuesta de BCG. El café de Oaxaca es de la región de Pluma Hidalgo que se encuentra en lo alto de la sierra de Oaxaca, rodeado por un bosque tropical.

“El tipo de grano es Café Arabica y el tostado que le proporcionamos en Black Coffee Gallery es medio-alto tipo francés. En el caso del café de Veracruz, es de la zona de Coatepec, en la región central del estado, un área de clima templado-húmedo, con numerosas precipitaciones al año. Tanto el tipo de grano como el de tostado son iguales en ambas variedades. Para la mezcla de la casa usamos una combinación de ambos granos que proporciona un sabor y aroma sumamente especial al resultado final.

 

GRANDES NOMBRES A LA VISTA

Actualmente la empresa cuenta con sucursales en Guadalajara, Aguascalientes, Puebla, Oaxaca y San Luis Potosí. Los distintos establecimientos están dedicados a la obra de pintores como Abelardo López, Amador Montes, Carlos Vargas Pons. Fernando Andriacci, Ismael Vargas, Ivonne Kennedy, Leovigildo Martínez, Maximino Javier, Rolando Rojas, Román Andrade, Saúl Castro, Sergio Garval, Tomás Pineda Matus, Virgilio Santaella, Vladimir Cora y Yuri Zatarain.

La sucursal de Oaxaca, ubicada en el Centro Histórico de la capital, expone la propuesta de diversos artistas, reafirmando la pluralidad y el dinamismo que reviste el concepto de BCG, y afirmando al mismo tiempo la sólida raíz que la empresa guarda con Oaxaca y su arte, esencia del proyecto, desde sus inicios.

“Esta solidaridad artística, esta apertura humana impregna toda la colección que BCG despliega en los interiores de su sede oaxaqueña. Con el aroma del café, la experiencia de compañerismo, buen humor compartido, descubrimientos colectivos y renovada fascinación por la vida, se proyecta desde las reproducciones de estas obras artísticas hacia los comensales que se reúnen en torno a las tazas de humeante bebida. La amistad descantada en estas piezas pictóricas y escultóricas trasciende hacia los que descubren sus trazos y volúmenes en el establecimiento oaxaqueño, quienes se convierten de espectadores en degustadores de esta combinación de sabores y saberes estéticos”.