LOS ANGELES. Con una sola y gigantesca compra, Comcast está creando una fuerza dominante en el negocio del entretenimiento estadunidense y presentando a los reguladores federales un dilema de igual tamaño: ¿Cómo deberán manejar un conglomerado que promete mejorar los servicios de televisión de cable e internet a millones de viviendas, pero también consolida un control sin precedentes de lo que los usuarios ven y bajan de la red?

 

Comcast Corp., que ya es el principal proveedor de televisión de paga e internet en Estados Unidos, llegó a un acuerdo para comprar Time Warner Cable por 45 mil 200 millones de dólares con el fin de ofrecer servicio más confiable a más clientes y gastar menos en costos de programación de televisión, según dijo.

 

Si la adquisición es aprobada, la empresa dará servicio a más de 30 millones de usuarios de televisión de paga y 32 millones de suscriptores de internet.

 

Pero los reguladores del sector opinan que el acuerdo dará a la empresa demasiado poder y a la larga elevará el precio de las conexiones de alta velocidad.

 

“¿Cuánto poder sobre el contenido queremos que tenga una sola empresa?”, señaló Bert Foer, presidente del Instituto Estadounidense de Competencia, un grupo que analiza los intereses del consumidor.

 

El acuerdo aprobado por las juntas directivas de ambas compañías es 17% superior al precio que tuvieron las acciones de Time Warner Cable al cierre del mercado el miércoles, de 135.31 por unidad, y sobrepasa la propuesta de Charter Communications Inc. para comprar la empresa por 38 mil millones de dólares.

 

Queda pendiente la aprobación del órgano regulatorio; se espera que el acuerdo se cierre a finales de año.

 

Representa también otra enorme expansión después de que Comcast adquiriera por 30 mil millones de dólares NBC Universal, operador de redes como NBC, Bravo y USA, y cuya compra se completó en marzo pasado.

 

Comcast informó que seguirá operando bajo condiciones que el gobierno impuso cuando aprobó esa transacción, incluido un requerimiento que ofrece servicio de internet sin atarlo a un paquete de televisión y que permite el acceso a la programación sin discriminar a otros proveedores. Sin embargo, esas condiciones expiran en 2018 y Brian Roberts, director general de la empresa, dijo en una conferencia telefónica con periodistas que no estaba preparado para extender voluntariamente esas restricciones en el futuro.

 

“Esas condiciones para internet se aplicarán desde el primer día. No deseo especular qué tanto tiempo durarán, pero serán muchos años cuando menos”, comentó.

 

La posición de Comcast ante la autoridad es que ambas empresas no atienden a mercados sobrepuestos por lo que su combinación no reduce la competencia, especialmente ante la presencia de rivales como AT&T y Verizon, que compiten con los operadores de cable para dar servicios de televisión restringida y enlaces de internet.

 

Se espera que Comcast y Time Warner ahorren mil 500 millones en costos anuales en tres años, y la mitad de eso se logrará en el primer año.

 

Comcast también planea la recompra de 10 mil millones de dólares en acciones cuando se cierre el acuerdo como parte de su plan para aumentar su autoridad de recompra de mil millones a 7 mil 500 millones.