La próxima apertura de México a la iniciativa privada para la explotación de sus recursos energéticos, podría traer beneficios a otro actor con capacidad trasnacional pero ilegal: el crimen organizado.

 

Para muestra un botón. Las organizaciones delictivas de Los Zetas y el Cártel del Golfo dominan ampliamente las zonas en las que se encuentran las mayores reservas de México y del mundo del llamado Gas Shale.

 

La falta de tecnología de Petróleos Mexicanos (PEMEX) no ha permitido la extracción de dicho recurso, pero empresas trasnacionales de Estados Unidos, Canadá y Rusia ya han expresado su interés en intervenir en dicha zona, lo que indirectamente abre la puerta también a las mafias delictivas.

 

Un análisis de la organización Insight Crime subraya que desde hace varios años el robo de hidrocarburos se ha convertido en una importante fuente de ganancias para el crimen organizado, aun cuando Pemex mantiene un relativo control único sobre todas las fuentes y rutas de transporte.

 

“Pero el repentino ingreso de una serie de nuevas empresas, que no están familiarizadas con México, podría representar una oportunidad de ingresos, así como un nuevo y jugoso blanco para el crimen organizado”, señala la organización.

 

El análisis recuerda que de acuerdo con datos oficiales dados a conocer en México, tan solo en los últimos 18 meses Pemex perdió más de mil 130 millones de dólares producto del robo de combustibles a manos de los criminales.

 

En el 2011 una demanda presentada por Pemex ante una Corte de Texas, que 24 HORAS documentó en su momento, puso en evidencia la capacidad que tiene el crimen organizado, no sólo para robarse el gas condensado, sino para asociarse con agentes externos para su transporte y comercialización en el mercado negro.

 

Fueron al menos 12 individuos y empresas las que compraron y revendieron el hidrocarburo robado. Dos de estas empresas terminaron declarándose culpables de haber comprado el combustible que sabían que era robado.

 

Insight Crime subraya que esta demanda “evidencia sólo una fracción de una compleja y sofisticada red que ha surgido alrededor de petróleo y gas mexicano robado”.

 

“A pesar de los argumentos económicos a favor de la reforma, el aumento en la cantidad de actores creará más oportunidades de estafas como las expuestas en el caso de Pemex, tanto en México como en Estados Unidos”, sentencia el análisis.

 

Mina de oro

 

Estimaciones de Pemex y de organismos internacionales relacionados con el sector energético, ubican a las reservas de gas shale en México como las sextas a escala internacional por sus dimensiones.

 

“Las reservas del gas shale en México son algunas de los más potentes en el mundo, según la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA)”, recuerda Insight Crime.

 

Un mapa incluido en el estudio, muestra que las mayores cuencas con la reserva natural de este recurso se extienden a lo largo de Tamaulipas y Coahuila, hacia San Luis Potosí, Hidalgo y Veracruz. Cuencas secundarias corren hacia Tabasco, Chiapas y Puebla.

 

Esto coincide, subraya la organización, con el territorio ampliamente dominado por Los Zetas y también por células del Cártel del Golfo, los cuales cuentan con los recursos logísticos y operativos para atentar contra la infraestructura que se pudiera construir.

 

“La capacidad de los grupos criminales para encontrar objetivos y socios en el sector privado aumentará, y grupos como Los Zetas probablemente serán más capaces de encubrir sus actividades y de desviar las ganancias de la industria petrolera de México”, señala el análisis.

 

Insight Crime tampoco descarta la participación de otros grupos delictivos como el Cártel del Pacífico. Recordó que en el 2011 Sinaloa fue la entidad en que se registró el mayor número de tomas clandestinas de combustibles.

 

Robaban combustible y fabricaban drogas

 

A sólo un kilómetro del laboratorio de drogas sintéticas más grande que se haya encontrado en el país, ayer las autoridades descubrieron algo más, una toma clandestina a un ducto de Pemex.

 

Es decir, el negocio era redondo. La célula criminal instaló junto al Aeropuerto Internacional de Guanajuato, desde donde podría recibir químicos esenciales para fabricar drogas, el laboratorio donde las producían y la terminal aérea también podría ser la vía para exportarlas; al mismo tiempo robaban gasolina. En ambos negocios las ganancias rápidas y millonarias.

 

El periódico El Correo de Guanajuato informó ayer que alrededor de las 16:15 horas, un vecino de las Colonias Nuevo México detuvo una unidad en la que se trasladaban policías federales a quienes reportó que había una toma clandestina en el interior de una finca aparentemente abandonada.

 

Al revisar el inmueble, ubicado a la altura de la entrada a la comunidad de San Antonio Texas, donde localizaron un tramo de manguera semi oculto con tierra, una especie de tapa de cisterna y varios costales de escombro.

 

Enseguida dieron parte a personal de Pemex y se solicitó el apoyo de elementos municipales para que resguardaran la zona.

 

Al mismo tiempo, las investigaciones continúan en torno al más grande laboratorio que se haya encontrado en el país, lo que permitió detectar más drogas escondidas.

 

El diario El Correo, como parte de un reportaje, informó que los vecinos denunciaron que desde hace unos 10 años se fabricaba drogas allí, cuando fue rentado el predio, pero nunca detectaron olores a químicos como ocurrió el martes tras la explosión que permitió su localización.

 

También dio a conocer que elementos del Ejército y de la Procuraduría General de la República (PGR) localizaron sepultada una segunda cisterna de dos mil litros de químicos.

 

Después, los peritos utilizaron máquinas retroexcavadoras  para remover el terreno y seguir buscando, lo que permitió descubrir tres contenedores con tres mil kilos de drogas sintéticas listas para el consumo y que estaban ocultas bajo tierra.