Comenzó la penetración a la médula templaria. Llegaron a la cabecera municipal de Apatzingán pero no será fácil para las autodefensas seguir avanzando, porque el cártel concentra allí su base social, sus mayores centros de seguridad y es el centro de sus operaciones.

 

El Consejo de Autodefensas calcula que 50% de la población, en las distintas comunidades y rancherías del municipio apoya a Los Caballeros Templarios, y las autoridades estiman que familiares jóvenes forman parte de sus líneas de halconeo, sicariato, así como células de control y sometimiento del comercio y agricultura.

 

Por su ubicación central, en la zona de Tierra Caliente, se convierte un puente de comunicación entre la costa y las rutas férreas y carreteras para el traslado de heroína, mariguana, químicos esenciales para producir drogas sintéticas y productos pétreos. También permite el control de la región, por ser un punto económico y de paso.

 

El sábado, las autodefensas llegaron a la cabecera municipal, acompañados con Policía Federal y el Ejército, quienes comenzaron a tomar el control de toda la seguridad de la zona. En la avanzada estaban también agentes de la Procuraduría General de Justicia del estado.

 

El municipio, aunque es uno de los más poblados, apenas cuenta con unos 124 mil habitantes distribuidos en comunidades pequeñas y rancherías dedicadas a la agricultura, ganadería y recursos forestales.

 

Pero este es apenas el primer paso para las guardias comunitarias en la búsqueda de desarticular el epicentro templario y es, quizá, el más riesgoso, pues puede provocar las mayores reacciones violentas después de las registradas en mayo pasado, con el bloqueo de carreteras, quema de vehículos y asesinatos.

 

Estanislao Beltrán Torres, vocero del Consejo de Autodefensas, aseguró que Apatzingán era clave para el cártel, es “ahí donde tenían sus raíces y toda su familia”, y eso representa un problema para “limpiar” toda la zona, sin que se pudiera registrar enfrentamientos.

 

“Casi un 50% del pueblo están coludido (con los Templarios) de alguna manera. Y todavía vamos a llegar a pueblos, a comunidades pequeñas donde al 100 por ciento de los pobladores, por necesidad o porque son su familiares, están con los templarios”, subrayó Beltrán Torres en entrevista con 24 HORAS.

 

Eso, reconoció, les genera “un gran problema”, por eso se mantienen en alerta y, en coordinación con las fuerzas federales, planean qué hacer y cómo recuperar esas comunidades que apoyan a los Templarios sin que se produzcan muertes.

 

Y no perdieron el tiempo. Tras ingresar el sábado, los miembros de las autodefensas inmediatamente señalaron las casas de seguridad del cártel e identificaron a varios de sus integrantes que fueron detenidos.

 

Bastantes domicilios, sin precisar cuántos, fueron tomados por las autoridades y autodefensas, dijo Beltrán Torres, y en ellos detenidos presuntos delincuentes, armas, droga y vehículos.

 

Por la noche, la Procuraduría estatal informó que en Apatzingán se desmanteló un laboratorio de drogas sintéticas en el que se encontró, además, armamento de grueso calibre, tres camionetas con placas del Estado de México e indumentaria con la cruz de los templarios.

 

La médula

 

Apatzingán es una plaza clave en el ajedrez operativo del crimen organizado en Michoacán. El dominio del municipio y las rutas que lo atraviesan representa para los delincuentes el control de la región de Tierra Caliente y de la puerta hacia la zona de la costa y Lázaro Cárdenas.

 

La convergencia en esa localidad de los productores de limón, aguacate, chile, papaya, entre otros productos, que se cultivan en la región, así como de madera y alimentos, fue una “mina de oro” para la delincuencia organizada, que vio en la extorsión de los empresarios una entrada de recursos rápidos.

 

Nazario Moreno González, alias El Chayo; Enrique Plancarte Solís, alias El Tío; Ignacio Rentería Andrade, alias El Cenizo, y Francisco Galeana Núñez, El Pantera, son sólo algunos de los líderes templarios operaban en Apatzingán y vivían en dicho municipio, de acuerdo con las investigaciones de la Procuraduría General de la república (PGR) y de la Policía Federal.

 

Mediante el miedo y la extorsión, Los Templarios lograron que pareciera que en Apatzingán no pasaba nada, así lo muestran las cifras oficiales sobre la comisión de delitos que rayan en lo ridículo.

 

Por ejemplo, la Procuraduría del estado sólo reportó el inicio de 13 averiguaciones previas por extorsiones en los últimos dos años, y sólo un secuestro en el mismo periodo. Pero en el caso de asesinatos hubo un incremento de más del doble, en el 2012 había 34 averiguaciones y para el año siguiente se integraron 77 expedientes.

 

La resistencia de un bastión

 

Estos son sólo algunos casos de las operaciones del crimen organizado:

 

* En enero de 2010 fueron localizados seis hombres decapitados en Acahuato, Apatzingán.

 

* El 9 de diciembre de 2010 autoridades estatales confirmaron la muerte de la hija del ex alcalde José Guadalupe Jaimes y un bebé de ocho meses por las balaceras registradas entre policías federales y hombres armados en el municipio de Apatzingán. Presuntos narcotraficantes bloquearon y quemaron autobuses y camiones en caminos y carreteras del municipio. También presuntamente abatido Nazario Moreno, El Más Loco, en esa misma ciudad.

 

* En 2011 fue detenido Saúl Solís Solís, El Lince, primo de Enrique Plancarte Solís y ex candidato a diputado federal para el distrito 12, con cabecera en Apatzingán, por el Partido Verde Ecologista de México.

 

* En 2012, un arsenal fue localizado en el rancho Los Caballos, propiedad de Enrique Plancarte, en el poblado Los Cuiniques, Apatzingán. Había droga, un fusil barret, 106 granadas, cuatro de fragmentación y una de mortero, además de 17 aditamentos lanzagranadas, tres cohetes, un lanzacohetes antitanque, 339 cargadores, 22 mil 260 cartuchos y cinco espadas de diferentes tamaños.

 

* En noviembre del 2013, cuatro autobuses de la Policía  Federal que circulaban por el camino de Las Yeguas, con dirección a Apatzingán, fueron emboscados con saldo de dos muertos y 9 heridos.

 

* En enero de 2014 células templarias incendiaron establecimientos en el municipio, por el avance de autodefensas.

 

* El 22 de enero, en el puente de El Carrizo-La Cofradía, en la zona limítrofe entre Apatzingán y Parácuaro, se suscitó un choque armado entre grupos de autodefensas y posibles Caballeros Templarios.