CIUDAD DEL VATICANO. El Vaticano dijo el miércoles que deplora lo que considera el intento del Comité de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de interferir con su magisterio sobre el aborto y la anticoncepción en un devastador informe sobre el escándalo provocado por los abusos sexuales de sacerdotes.

 

El observador vaticano en Naciones Unidas, Silvano Maria Tomasi, aseguró hoy que el informe de la ONU sobre los Derechos del Niño no ha tenido en consideración las explicaciones de la Santa Sede y que parece “como si estuviera ya preparado con antelación”.

 

Tomasi hizo estas afirmaciones en declaraciones a la Radio Vaticana, a la que, además, afirmó que las críticas del organismo internacional han causado “sorpresa” en el Vaticano.

 

“La primera reacción es de sorpresa porque el aspecto negativo del documento que han realizado parece como si ya estuviera preparado antes del encuentro entre el comité y la delegación de la Santa Sede”, explicó Tomasi, quien cree que el Vaticano ha ofrecido respuestas “detalladas y precisas” sobre la gestión de casos de abusos a menores que no han sido recogidas en el informe.

 

El Vaticano reitera su empeño en lucha contra abusos sexuales a menores

 

El Vaticano reiteró hoy su empeño en el combate a los abusos sexuales a menores y aseguró que estudiará “minuciosamente” los duros señalamientos lanzados en su contra por un comité de las Naciones Unidas (ONU).

 

En una nota, la Santa Sede se comprometió a defender y proteger los derechos de los infantes, en línea con los principios promovidos por la Convención sobre los Derechos del Niño, de “acuerdo con los valores morales y religiosos ofrecidos por la doctrina católica”.

 

Con esas palabras respondió a las Observaciones Conclusivas emitidas por el Comité para los Derechos de los Niños al término de su 65 sesión, emitidas tras analizar informes presentados por la Sede Apostólica y otros cinco Estados (Congo, Alemania, Portugal, Federación Rusa y Yemen).

 

Si bien el comité de la ONU reconoció “pasos adelante” del Vaticano en la lucha a la pedofilia consideró que son todavía insuficientes y pidió que sean “inmediatamente” removidos todos los sacerdotes y religiosos reconocidos culpables o incluso sospechados de abusos.

 

Además, solicitó que estos sean denunciados a las autoridades civiles y que la Santa Sede entregue los propios archivos correspondientes a esos delitos para que los culpables y “cuantos han cubierto sus crímenes” puedan ser juzgados.

 

“La comisión está profundamente preocupada por el hecho que la Santa Sede no haya reconocido la magnitud de los crímenes cometidos, no haya adoptado las medidas necesarias para afrontar los casos de abuso y proteger a los niños”, agregó.

 

En su declaración, El Vaticano afirmó que “toma nota” de las observaciones, las cuales serán sometidas a “minuciosos estudios” y “exámenes” en el pleno respeto de la Convención.

 

El estudio se llevará a cabo en los diferentes ámbitos señalados por el comité según el derecho y la práctica internacional, como también teniendo en cuenta el debate público interactivo con el mismo organismo que se desarrolló el 16 de enero de 2014.

 

ONU critica al Vaticano 

 

El nuncio apostólico Silvano Tomasi presentó el reporte de la Santa Sede al comité ONU con sede en Ginebra y con el mismo dio cumplimiento a la exigencia de reportar los avances en el cumplimiento de la Convención para los Derechos del Niños, suscrita por El Vaticano en 1990.

 

Entonces, Tomasi se sometió a una larga sesión de preguntas y respuestas asegurando que la Iglesia católica quiere convertirse en un modelo en la lucha contra los abusos.

 

En sus Observaciones Conclusivas el comité de la ONU criticó ásperamente también la actitud del Vaticano hacia la homosexualidad, la anticoncepción y el aborto.

 

El organismo pidió que la Sede Apostólica revise las propias políticas para asegurar el respeto de los derechos de los niños y su posibilidad de acceder a los cuidados médicos.

 

En respuesta la Santa Sede se dijo “entristecida” por ver en algunos puntos de las Observaciones “un intento por interferir la enseñanza de la Iglesia católica sobre la dignidad de la persona humana y en el ejercicio de la libertad religiosa”.