Tras la promulgación de la reforma político-electoral, en el desaparecido Instituto Federal Electoral (IFE) comenzó la transición a Instituto Nacional Electoral. Gregorio Guerrero Pozas, controlar del órgano electoral, confirmó que las distintas áreas comenzaron a perfilar el proceso de entrega-recepción, que durará aproximadamente tres meses.
De acuerdo con el funcionario, durante el proceso no se incluyen montos de liquidaciones de trabajadores del Instituto, debido a que sólo se contempla la transición de los bienes muebles, inmuebles y del libro blanco sobre el estado que guarda el órgano electoral.
Luego de 23 años como organizador de comicios en el país, desde diciembre -con la aprobación de la reforma política- se anunció su desaparición. Así, el viernes pasado dejó de existir con la promulgación del documento por parte del presidente Enrique Peña Nieto.
Será un estimado de dos meses lo que tardará el proceso de transición. La entrega del Instituto Nacional Electoral se hará a los 11 nuevos consejeros elegidos por el Poder Legislativo.
Sin embargo, Gregorio Guerrero manifestó que desde esta semana comenzaron las reuniones de los altos mandos del Instituto para planear la entrega-recepción, en la cual, aseguró, no existirán problemas y los integrantes del INE podrán continuar inmediatamente con los proyectos del IFE, como son la organización de los procesos electorales de 2015 y la redistritación, entre otros.
“Con el secretario Ejecutivo (Edmundo Jacobo Molina) se están organizando grupos de trabajo, donde la Contraloría va a estar muy cercana a la institución, para empezar a hacer las labores necesarias de la entrega-recepción de cada una de las áreas”, señaló el contralor del órgano electoral.
Recuento de activos
El titular de la Contraloría dijo que el proceso de transición incluye “un análisis de las actas de entrega-recepción que ya están establecidas a nivel del gobierno federal y se hace un recuento de todos los recursos humanos, materiales y financieros de cada una de las áreas para que en esa acta se tengan todos los datos”.
Además, según Guerrero Pozas, se incluirán los archivos del instituto sobre las elecciones pasadas y la documentación de partidos en temas de fiscalización, así como la nómina del IFE, entre otros balances.
Entre los insumos económicos que el IFE considera como parte de su desaparición se encuentran los más de 4 millones de pesos destinados a las posibles liquidaciones de los consejeros que partirán tras la elección de los miembros del INE.
Este diario dio a conocer que los actuales consejeros: Lorenzo Córdova, María Marván, Marco Antonio Baños y Benito Nacif, en caso de partir del instituto, se llevarán una cifra estimada en 1.2 millones de pesos.
Al respecto de la transición, Lorenzo Córdova mencionó: “como la necesidad de una transición institucional tersa y sin ningún tipo de sobresaltos, pero además, particularmente transparente”.