El gobierno de México ha convocado a los grupos de autodefensa “genuinos” a que se sumen a los esfuerzos oficiales y cumplan los requisitos de ley para apoyar a restablecer el orden en municipios de Michoacán asediados por la delincuencia, reconoció ayer el presidente Enrique Peña Nieto, en el marco de su participación en el Foro Económico Mundial.

 

Dijo que fuerzas federales han entrado de lleno a esas comunidades, en donde hay debilidad institucional, donde los cuerpos de seguridad pública municipales estaban debilitados o algunos cooptados por el crimen organizado.

 

Luego de su conferencia “Transformando a México: sociedad, política y economía” y en respuesta a los cuestionamientos del presidente y fundador del Foro, Klaus Schwab, Peña Nieto explicó que la política en materia de seguridad que su gobierno ha seguido es regionalizar la forma de atender el problema de la inseguridad.

 

“El caso muy señalado y particular de Michoacán, en donde se ubica o ha habido presencia de grupos denominados de autodefensa y algunos de ellos que genuinamente se han organizado para defenderse de la incursión del crimen organizado”, subrayó.

 

Ante ello, dijo, el Estado ha reaccionado convocando a aquellos que genuinamente quieran participar en las tareas de seguridad, que lo hagan atendiendo a los principios y a la formalidad que prevé la ley: cumpliendo los requisitos de ley para ser parte de los cuerpos de seguridad.

 

La seguridad federal, agregó, se ha hecho cargo de los municipios y capacita a los nuevos cuerpos policiales, quienes enfrentarán estas situaciones.

 

Entre las experiencias exitosas de la nueva política de seguridad del gobierno federal, Peña Nieto señaló los casos de Ciudad Juárez, Chihuahua y Monterrey, Nuevo León, donde se ha registrado una “sensible disminución de la violencia y una mayor profesionalización de las policías.”

 

“Esto es lo que estamos haciendo en Michoacán y es parte de la estrategia focalizada, dedicada precisamente a asegurar condiciones de tranquilidad y de paz para todos los mexicanos”, concluyó.

 

El mandatario presumió que en México ha habido una disminución de 30% en los homicidios vinculados con el crimen organizado; sin embargo, aclaró, “falta camino por andar”.

 

“Hoy sin tener una visión triunfalista, puedo asegurar que ha habido avances, ha habido una disminución real en el número de homicidios que se comenten en nuestro país”, aseguró.

 

Problema regional

 

Peña Nieto reconoció que el tema de la inseguridad no es privativo de México, sino de una región que enfrenta grandes retos en materia de seguridad.

 

“Los niveles de inseguridad que varios países enfrentan en esta región (América Latina), cada vez se han venido acentuando y México tiene sus propios retos y sus propios desafíos. Y he señalado desde el inicio de mi gobierno, la prioridad que tiene para mi administración al recuperar, para los mexicanos, el México de paz y de tranquilidad”, expresó.

 

Recordó que su gobierno ha puesto en marcha una nueva estrategia en el tema de la seguridad, con la cual es necesario “contar con un nuevo sistema o unas nuevas instituciones policiacas, mucho más profesionales, con mejor equipamiento y que respondan a un mando único”.

 

También comentó que para 2016, México contará con un nuevo sistema de justicia penal, el cual será oral y facilitará una aplicación más ágil y rápida de las leyes penales.

 

“Evitemos lo que, sin duda, es una de las deficiencias, que es el combate a la impunidad, una de las deficiencias de nuestro sistema de justicia”, reconoció.

 

La nueva estrategia también contempla tener una Fiscalía General de la República, con autonomía, y que le dará más capacidades de combatir al crimen organizado.

 

Violencia y desigualdad pegan a democracia

 

La violencia y la desigualdad social son los dos principales factores que ocasionaron un empeoramiento en la democracia mexicana durante el último año, dijo ayer el director de la consultora política argentina Polilat, Jorge Arias.

 

Desde 2002, Polilat y la Fundación Konrad Adenauer de Alemania elaboran el Índice de Desarrollo Democrático de América Latina (IDD-Lat), en el que evalúan la calidad de la democracia de los países de la región.

 

En el informe de 2013, el índice revela un retroceso de 5% en el desarrollo democrático de México, con 5.056 puntos frente a las 5.373 unidades de 2012, lo que da al país su segunda peor puntuación desde que se realiza esta medición.

 

El informe toma en cuenta cuatro dimensiones principales: la democracia de los ciudadanos, la democracia de las instituciones, los resultados sociales de la democracia y los resultados económicos.

 

México es considerado un país de desarrollo democrático medio, y es superado en el estudio por Uruguay, Costa Rica, Chile, Perú, Argentina y Panamá.

 

A la vez, México se ubica por encima de Brasil, El Salvador, Colombia y Bolivia, entre otros.

 

Sobre las causas del retroceso mexicano, Arias dijo que “tienen que ver con la dimensión del ejercicio de derechos y libertades”, y señaló que “hay una caída importante por el clima de inseguridad y por la desigualdad y la pobreza”.

 

El informe refleja algunos de los problemas más acuciantes que enfrenta el Gobierno de Enrique Peña Nieto, quien asumió la Presidencia de México en diciembre de 2012.

 

Entre ellos destaca la violencia que se ha desatado en el estado de Michoacán, en el suroeste del país, donde “autodefensas” ciudadanas armadas se enfrentan a sicarios del crimen organizado. (Con información de EFE)

 

 

DATO

5% retrocedió el desarrollo democrático de México en 2013, según el Índice de Desarrollo Democrático de América Latina. El año pasado obtuvo 5.056 puntos frente a las 5.373 unidades de 2012, lo que da al país su segunda peor puntuación desde que se realiza esta medición.