Decir el nombre de Laura Bozzo a cada persona le produce diferente efecto, a algunos les da coraje, porque consideran que es una mujer que, lejos de ayudar al pueblo, sólo vela por sus intereses. A otros les da desconfianza, porque cómo creer en ella, cuando para repartir víveres iba acompañada de su maquillista y peinadora, además de que usó recursos del gobierno. A otros, su programa les da risa, por las situaciones inverosímiles y los pleitos tan corrientes que se manejan.

 

Sin embargo, ella se escuda diciendo que el pueblo es quien la ama. Yo he preguntado por ahí y aún no encuentro a esos fans, claro, debe tener algunos. Pero dicen que sus días al aire están contados, porque ya hay peticiones para que la Secretaría de Gobernación pida a Televisa sacar del aire su programa y a TV Azteca el de Rocío Sánchez Azuara. Aún no definen la fecha, pero es muy probable, porque ya sucedió en el pasado y en ambas empresas eliminaron los famosos talk shows.

 

Ahora Laura sale diciendo que ya tiene una fundación y cualquiera que ayude es bueno, pero en este caso, parece una broma. Qué manera tan poco sutil de quererle dar vuelta a la página y por si fuera poco, también dará conferencias tituladas: “La mujer frente a la violencia invisible”, cuando lo único que ella promueve es eso, la violencia y de manera muy visible y evidente.

 

No cabe duda que los mexicanos somos buenos; recibimos con los brazos abiertos a la gente que no quieren ni en su país y, encima de todo, lleva 12 años viviendo como reina por ayudar a los pobres, ¡Vaya ironía!!

 

Hay más….pero hasta ahí les cuento.