Miguel Herrera habla a veces medio en serio y a veces medio en broma. Cuando alguna pregunta o la insistencia sobre un tema comienzan a disgustarle, convoca a la risa con éxito, le sale natural la broma, la palabra altisonante. Y pocos se resisten a festejárselo.

 

—¿Tú quieres llevar a Carlos Vela al Mundial? —le preguntaron desde el fondo del auditorio atiborrado en el que Héctor González Iñárritu, director de selecciones nacionales de la Federación Mexicana de Futbol delineó los objetivos del equipo en el Brasil 2014, que son llegar al quinto partido o lo que es lo mismo, derrotar en Segunda Ronda a España u Holanda.

 

—No estés chingan…  —comenzó a responder Herrera, pero no terminó la frase y soltó la carcajada en la que lo siguió el auditorio completo.

 

Así terminó Herrera con el tema Vela. Antes ya había delineado cómo va a tratar el problema. Dijo que él no iba a convencer al delantero de la Real Sociedad sino que esperaba que Vela convenciera al entrenador de que merece ir al Mundial. ¿Qué esperan que haga? Ricardo Peláez, director deportivo y en los hechos, tutor de Herrera, explicó un poco más, antes de la conferencia de prensa.

 

Dijo que lo que quiere es ver las ganas desbordadas de Vela y cualquier otro que esté en Europa por ir al Mundial. Van a viajar a España a principios de febrero. Espera que los jugadores en ese país —Vela, Gío, Guardado, Moreno, Aquino— estén ansiosos por verlos. Si Herrera y Peláez tienen que estar buscando que alguno les de cita, hay que descartarlo de la lista final inmediatamente.

 

“No me imagino a algún jugador que no quiera jugar un Mundial”, dijo Peláez. “No sé qué habrá pasado con Vela antes y no me interesa, pero cuando lo vea de frente, así —dijo y abrió los ojos tan grandes que parecía querer aventarlos fuera de sus órbitas— y le pregunte si quiere ir al Mundial, sabré si lo vamos a llamar o no”.

 

Herrera claro que lo quiere en el grupo. Antes de su calculado exabrupto dijo que era el mejor jugador mexicano en Europa y que claro que su equipo debería contar con un elemento así. Pero había que ver si era capaz de convencerlos, primero y después, si el grupo lo iba a aceptar después de que se ha negado reiteradamente a integrar la selección. Y falta ver si no es una manzana en mal estado.

 

Y no solo a Vela le enviaron un mensaje. También a Javier Hernández. Claro, muy claro dijo Herrera que no iba a llamar a un jugador que no tiene suficientes minutos en detrimento de otro que sí juega sólo porque el primero lo haga en Europa. Así que cualquiera que pretenda ser llamado se debe preocupar por ganar minutos de juego o estará descartado del Mundial.

 

Así comenzó la recta final al Mundial de la selección mexicana con un objetivo: el quinto partido. Pero Herrera insiste en que para él eso es poco y lo que quiere realmente es jugar la Final. Porque si ganan el cuarto, ante España u Holanda, después se pregunta: ¿Quién nos va a parar?