JERUSALÉN. El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu posee una cuenta bancaria en el paraíso fiscal de Jersey, que abrió en 1999, al terminar su primer mandato de jefe de gobierno, reveló el miércoles el diario económico Globes.

 

Los servicios del primer ministro confirmaron la existencia de dicha cuenta en esta dependencia de la corona británica, pero recalcaron que se trata de una cuenta “durmiente” desde 2003, según la radio pública.

 

“Netanyahu realizó operaciones por intermedio de esta cuenta e informó de ello al fisco israelí”, agregó la radio, citando a los servicios del jefe de gobierno.

 

Globes afirmó que la cuenta se abrió en una sucursal del Royal Bank of Scotland en la isla de Jersey, en el canal de la Mancha, tras la derrota electoral de Netanyahu, en 1999, cuando abandonó la política hasta fines de 2002 para dedicarse a los negocios.

 

Luego ingresó en el gobierno de Ariel Sharon, ocupando el cargo de ministro de Exteriores, antes de ser ministro de Finanzas.

 

Netanyahu usó esta cuenta para girarle dinero a colaboradores suyos y para transferir 145 mil dólares en 2002 al hoy desaparecido banco Lehman Brothers, en Nueva York.

 

La legislación israelí permite tener cuentas bancarias en paraísos fiscales, con la condición de comunicar al fisco su existencia y las operaciones realizadas.

 

La versión israelí de la revista Forbes estimó que Netanyahu posee una fortuna personal de 12 millones de dólares. El primer ministro ha ganado mucho dinero dando conferencias ante hombres de negocios o en universidades. También trabajó como asesor “estratégico” en varias empresas privadas israelíes y estadounidenses.

 

Los medios de comunicación israelíes suelen criticar el modo de vida del primer ministro y su esposa Sarah, tal como ocurrió en diciembre, al anunciarse que los contribuyentes israelíes pagaron 940 mil dólares para financiar el mantenimiento de las tres residencias de Netanyahu en 2012.

 

La prensa destacó sobre todo, en el detalle de las cuentas, la factura de agua de 23.000 dólares para la residencia personal, dotada de una piscina, de Netanyahu en Cesarea, en el norte del país, donde el primer ministro pasa parte de sus fines de semana.

 

Entre las otras facturas figuran una de mil 700 dólares por velas de fragancias destinadas a la residencia oficial en Jerusalén y 5 mil 700 dólares consagrados a arreglos florales.