La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), en su reporte “Pulso Industrial”, proyecta que en 2014 la economía crecerá alrededor de 3.7 por ciento, se generarán unos 570 mil empleos formales y la inflación cerrará en 3.9 por ciento, aunque en este última caso con un repunte al inicio del año por las disposiciones fiscales.

 

El organismo industrial advierte que aunque la economía nacional no estará exenta de riesgos, dispone de un blindaje macroeconómico adecuado para hacer frente a posibles dificultades.

 

En su opinión, 2014 será el año de la reactivación ordenada y firme de la economía, de la consolidación del esfuerzo modernizador, de la inversión en infraestructura y de la articulación de la nueva política industrial.

 

“Este año debemos consolidar el esfuerzo modernizador iniciado con la aprobación de las reformas estructurales y colocar la recuperación de la economía y el fortalecimiento del aparato productivo como asuntos prioritarios para el desarrollo del país”, señala.

 

Estima que las tareas que requieren atención inmediata son la reglamentación de las reformas, el combate a la informalidad y la oportuna ejecución del gasto de inversión gubernamental.

 

Asimismo, la consulta y el consenso entre autoridades y organismos de representación industrial para definir la estructura, instrumentos y objetivos de la nueva política industrial.

 

La Concamin sostuvo que de estas tareas dependen la competitividad, la reactivación económica, la modernización de la infraestructura y la creación de las bases para la reindustrialización del país.

 

Refiere que 2014 ha iniciado en medio de signos contrastantes, perspectivas alentadoras y una planta productiva que necesita recuperar su capacidad para generar riqueza y fuentes de trabajo a un ritmo mayor al registrado en las últimas décadas.

 

“Se concretaron trascendentales reformas económicas que impulsarán el desarrollo nacional y se mantuvo la estabilidad macroeconómica pese a los eventos de volatilidad que se presentaron en el año, pero la economía perdió buena parte del dinamismo mostrado en los años previos”.

 

Los resultados obtenidos están lejos de lo que “podemos lograr en crecimiento económico y creación de empleos”.

 

En 2013, continúo, la economía mexicana transitó por una aguda desaceleración, pues el crecimiento económico, la inversión y la producción fabril se ubicaron en el nivel más bajo de los últimos cuatro años, “situándonos cerca del estancamiento” y fue un periodo muy difícil para el sector formal de la economía.

 

Destaca que en 2014 las condiciones han cambiado, pero “no estamos exentos de riesgos y contratiempos que pueden obstaculizar el avance de la actividad económica, particularmente en la primera mitad del año.

 

Por una parte, apunta, el impacto de las disposiciones fiscales sobre el gasto privado podría retardar la reactivación económica e influirán sobre las decisiones de compra de consumidores y empresas, lo que afectará el comportamiento de la economía, a menos que el oportuno ejercicio del gasto público compense el ajuste esperado.

 

Entre estas disposiciones están el aumento de 11 a 16 por ciento del IVA en zonas fronterizas, a los impuestos aplicables a bebidas azucaradas, los aumentos a gasolinas y diesel, así como la eliminación de regímenes especiales para empresas, como el esquema de consolidación y la depreciación acelerada para nuevas inversiones, entre otros.

 

En un contexto donde la economía mundial acelerará progresivamente el paso en 2014, expone que para México deberá ser el año de la reactivación económica, y aunque existen factores de riesgo que pueden distorsionar el clima para los negocios, los principales indicadores mantendrán un comportamiento favorable.

 

“En suma, 2014 deberá ser el año de la recuperación de nuestra economía y marcar el inicio de una fase caracterizada por la modernización y crecimiento cada vez más acelerado e incluyente de la planta productiva nacional”, añade el organismo.