BAGDAD. Una ola de ataques en todo Irak dejó al menos 20 muertos y decenas de heridos este lunes, a medida que el gobierno persigue a milicianos islamistas en la región occidental del país.

 

El operativo militar en la provincia de Anbar ocurre luego de la matanza de un comandante, un coronel y cinco soldados en una emboscada allí durante un allanamiento contra un escondite de los rebeldes la madrugada del sábado.

 

El gobierno informó en un comunicado que las fuerzas de seguridad respaldadas por helicópteros han estado al acecho de los insurgentes en las zonas fronterizas con Jordania y Siria. La guerra civil de Siria y el caos resultante han facilitado la infiltración de guerrilleros vinculados con Al Qaeda entre ambos países.

 

El ataque más mortífero fue cerca de Abu Ghraib, un suburbio al oeste de Bagdad, donde los milicianos dispararon morteros contra una base militar, lo que provocó la muerte de tres oficiales y tres soldados, informó un oficial de la policía. Siete soldados quedaron heridos.

 

Horas después, una bomba estalló al paso de una patrulla militar en la misma zona, acción en la que murieron un oficial y un soldado, añadió la fuente. Otros dos soldados resultaron heridos.

 

En Dora, un distrito del sur de Bagdad, hombres armados irrumpieron en una tienda de mascotas y mataron a cuatro hombres, dijo otro funcionario policial.

 

Por otro lado, tres civiles murieron y nueve resultaron heridos cuando una bomba estalló en un mercado al aire libre en Tobchi, un distrito del noroeste de Bagdad. Y en la carretera del este de la capital iraquí, pistoleros que iban en un vehículo en marcha dispararon contra un autobús, dijo la fuente. Dos de sus ocupantes murieron y nueve quedaron heridos.

 

Por otra parte, hombres armados atacaron un autobús en Bakuba, un ex baluarte de Al Qaeda a unos 60 kilómetros al noreste de Bagdad, lo que dejó tres pasajeros muertos y seis lesionados, informó la policía.

 

En una conferencia de prensa en la ciudad sureña de Karbala, el primer ministro Nuri al-Maliki declaró el lunes que el operativo militar en Anbar “continuará hasta que no haya más terroristas allí, con la ayuda del pueblo iraquí”.

 

En el oeste de Irak, hombres armados se robaron tres camiones que transportaban aproximadamente una veintena de camionetas deportivas, en la carretera principal hacia Jordania, y secuestraron a los conductores.

 

Los insurgentes han intensificado sus ataques en todo Irak en los meses recientes, con lo que la violencia ha ascendido a niveles no vistos desde el 2008.

 

Con los ataques del lunes, la cifra de muertes en lo que va de mes asciende a 394. Según estimados de la ONU, más de 8.000 personas han muerto por la violencia iraquí desde comienzos de año, a medida que los insurgentes tratan de debilitar los esfuerzos del gobierno por imponer la seguridad.