Fue muy fácil el retiro de representantes sindicales del Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos (Pemex).

 

Más de lo esperado por el Partido Acción Nacional (PAN), cuya dirigencia puso esa condición porque de esa manera creía postrar al gobierno de Enrique Peña Nieto y al gremio de Carlos Romero Deschamps.

 

Éste se allanó mucho antes de la presentación de la iniciativa presidencial.

 

Romero Deschamps distribuyó un boletín informativo el 1 de agosto donde entregaba las cinco plazas:

 

“El Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) es mucho más que los asientos que ocupa en el Consejo de Administración de Pemex.

 

“El compromiso de los trabajadores petroleros es con México y lo seguirá siendo debido a que estamos conscientes de lo que representa la industria petrolera para el país”.

 

Luego, el 12 de agosto, emitió otro pronunciamiento oficial:

 

“Con respeto a la presentación de la iniciativa de reforma energética, anunciada hoy por el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, el STPRM manifiesta lo siguiente:

 

“1.- Esta agrupación respetará las decisiones que en su momento adopte el Congreso de la Unión y que ayuden a fortalecer y a modernizar a Pemex.

 

“2.- Este Sindicato estará atento para obtener que los derechos de los trabajadores se respeten a cabalidad, salvaguardando en todo momento el bienestar de sus agremiados y de sus familias”.

 

ROMERO DESCHAMPS NO ACEPTÓ VOZ SIN VOTO

 

Pese a ese allanamiento, el panismo hablaba de resistencias.

 

Para superarlas, planteó la representación azul, podría encontrarse un punto medio: mantener al sindicato con las cinco de las 15 sillas del Consejo de Administración de Pemex con derecho a voz, pero sin voto.

 

Esta insistencia tensó en algún momento las negociaciones.

 

Ante conflicto, el presidente Enrique Peña instruyó al coordinador del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Senado de la República, Emilio Gamboa Patrón, a hablar con Carlos Romero Deschamps.

 

Por lo investigado, y contra lo supuesto, el diálogo no fue tenso.

 

Romero Deschamps declinó mantener a los cinco representantes del STPRM con voz pero sin voto y ofreció una alternativa:

 

-Preferimos estar fuera para mantener nuestra posición independiente. Seremos observadores críticos del manejo de la paraestatal en la nueva etapa.

 

A continuación mandó -a Los Pinos, se supone- el mensaje de respuesta casi en los mismos términos del boletín del 1 de agosto:

 

“La presencia de los trabajadores petroleros en el Consejo data de 1938 y desde entonces venimos participando activamente en la construcción y desarrollo de Pemex, por lo que somos mucho más que los asientos en el Consejo de Administración”.

 

Eso sí, se reservó el la obligatoriedad de defender los derechos de los petroleros, en lo cual PAN y PRI estuvieron de acuerdo.

 

SOBADITA DE LOS PINOS PARA GOBERNADORES

 

El fin de semana desfilaron por Los Pinos buena parte de los gobernadores.

 

De todo signo: panistas, priistas y perredistas.

 

La mayoría de ellos recibieron el agradecimiento presidencial porque fueron fundamentales para sacar las reformas en las cuales estaba más interesado el gobierno de Enrique Peña Nieto.

 

El reconocimiento alcanzó inclusive para opositores.

 

Dos: el guerrerense Ángel Aguirre Rivero y el oaxaqueño Gabino Cué, cuya intervención fue definitiva para conseguir los votos necesarios en el Senado de la República cuando Acción Nacional decidió no apoyar la reforma hacendaria.

 

Para otros hubo promesas de apoyo.

 

En ellos se encuentran los fronterizos, para los cuales se integró una bolsa especial a fin de contrarrestar el cobro uniforme de 16% de Impuesto al Valor Agregado (IVA).

 

Muchos regresaron felices.

 

Por ejemplo, el panista bajacaliforniano Francisco Kiko Vega hace planes para usar los mil 500 millones confirmados por el presidente Peña Nieto.