El Barcelona se ha ganado el premio gordo en el sorteo de octavos de final de la Champions League: la invención del jeque Mansour, finalmente convertida en algo temible, aguarda a los blaugranas.

                  Más de mil millones de euros después, el Manchester City impone a diestra y siniestra en Europa. Parece curioso que un par de años atrás, cuando se coronó en la Liga Premier inglesa, no inspirara semejante respeto en el continente. Acaso ha sido la llegada al timón citizen de uno de los personajes más serios y exitosos del banquillo, como lo es Manuel Pellegrini, lo que ha modificado la implicación de enfrentar a este conjunto.

 

Bien se sabe que no existen límites económicos para un equipo que tiene por mecenas al medio hermano del emir de Abu Dabi. Sea para sueldos, convirtiendo en su momento en mejor pagado al volante Yaya Touré, sea para transferencias, con un plantel que hoy ya no envidia nada a ninguno.

 

Precisamente tras haber endosado seis goles al líder de Inglaterra, el Arsenal, el City refrendó su condición de gigante, ya no con pies de papel, sino ahora con cimientos fuertes y equilibrados.

 

Durante las últimas dos campañas quedó eliminado de la Champions en plena fase de grupos, fracasos de los que nunca logró reponerse su entonces entrenador, Roberto Mancini. Ahora ha superado esa etapa con autoridad al haber derrotado en Múnich al mismísimo Bayern, y es la piedra que ha aparecido en el camino del Barcelona.

 

¿Quién resulta favorito para este emparejamiento? Sin duda, lo sigue siendo el cuadro catalán, aunque no sería una rutilante sorpresa que el ManCity se metiera en cuartos de final.

 

Si de once ideal se trata, el Barça es mucho más poderoso. Sin embargo, si se considera el equipo completo, los citizens poseen mayor cantidad de alternativas para cada posición, incluida una españolización de su plantel: a David Silva, llegado ya hace unos años, se han unido Álvaro Negredo y Jesús Navas, quienes embonaron espléndidamente en el balompié británico. Ellos tres, como muchos ibéricos más que brillan en ligas ajenas a la de su país, suelen estar condenados a la banca con su selección (pensemos además en Cazorla, Mata, Javi Martínez, Soldado, Michu) y quizá no hallarán mejor momento para exigir su titularidad mundialista que brillando ante este bloque que es la abrumadora base de la Roja.

 

Al vigente campeón, el Bayern Múnich, también le cayó un hueso para los octavos de final. El Arsenal, que empieza a perder gas en el torneo inglés, podría complicar las cosas a los de Guardiola. Son dos futboles de fino trato al balón, de alta elaboración, aunque el Bayern con mayor solidez en todo sentido.

 

Es verdad que a Barcelona y Bayern les tocó lo peor posible en este sorteo. No obstante, lo mismo dicen hoy City y Arsenal.

 

Los demás primeros lugares han corrido con relativa suerte: Madrid luce superior al Schalke 04, como Chelsea a Galatasaray, Manchester United a Olympiakos y Borusia Dortmund a Zenit. Más cerrado parece el choque Paris Saint Germain-Bayer Leverkusen y un tanto enigmático el Atlético de Madrid-Milán: se trata del colíder de España contra el duodécimo clasificado de Italia, aunque es de esperarse que los rossoneri intenten salvar este desastre de año con un buen desempeño europeo.

 

Hasta febrero, cuando se dispute la ida, habrá especulaciones sobre este sorteo. Hasta febrero el Barcelona se lamentará por haberse ganado la rifa del jeque.

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