Los fuertes vientos de la tormenta Ivar han estado cerca de derribar a los peatones en Noruega, incluso la Policía tuvo que apoyar a los transeúntes para poder cruzar las calles. Como medida cautelar, las autoridades suspendieron clases además de servicios de autobús y barcos al norte del país para prevenir accidentes producidos por los ventarrones.