La policía de Nueva York interroga a Eduardo Rocha Bracamontes, un empleado del consulado mexicano en esa ciudad,  y a su esposa, Gina Ximena Ovalle, por la muerte de su bebé de cuatro meses.

 

Los padres llevaron al menor al NYU Langone Medical Center, en Manhattan, alrededor de las 9 de la noche del martes en estado inconsciente, indicó el comisionado de la policía de la ciudad, Raymond Kelly.

 

Pero el bebé, que teñía señales de traumatismo en la espalda y moretones en las muñecas y tobillos, fue declarado muerto media hora después. Un investigador de la oficina del médico legista de la ciudad declaró el miércoles por la mañana que el fallecimiento del menor era sospechoso, dijo Kelly.

 

La autopsia realizada para determinar la causa de la muerte no arrojó resultados definitivos y se harán más pruebas toxicológicas, dijo una portavoz de la oficina.

 

La versión de los padres es que el pequeño sufría de ataques de epilepsia y que fue así como se hizo los moretones en la espalda, manos y pies. De acuerdo con el New York Post, el abogado de Rocha Bracamontes busca evitar que se practicara la necropsia al menor y llevar el cuerpo a México.

 

Kelly dijo a la prensa que la oficina del forense municipal determinó que era necesario investigar la causa específica de la muerte del niño, lo que se está llevando a cabo.

 

Poco después del deceso, investigadores acudieron al departamento de los padres al considerar el lugar como una posible escena del crimen. Un oficial fue asignado a vigilar la entrada de la vivienda.

 

Rocha Bracamontes, de 36 años, registrado en la Secretaría de Relaciones Exteriores como tercer secretario de dicho consulado, y su esposa, llevan viviendo menos de un año en el apartamento ubicado en East 32nd Street, en Manhattan.

 

“De acuerdo con la ley internacional, el Consulado General proveerá asistencia consular a la familia y la protección requeridas”, informó Carlos Gerardo Izzo, portavoz del Consulado General de México en la ciudad de Nueva York.

 

Agregó que el padre trabaja como empleado consular y ayuda a preparar documentos de identidad y de viaje.

 

Otra empleada del consulado indicó que Rocha Bracamontes tiene sólo unas semanas de trabajar en las oficinas y que, al parecer, antes trabajaba para la Secretaría de Relaciones Exteriores en la Ciudad de México. “Es una persona agradable”, afirmó.

 

No ha habido detenciones y la investigación está en marcha, agregó la policía.