Los consumidores en el “primer mundo” están pagando lo mismo, o incluso menos, para tener autos más seguros.

 

De acuerdo con la organización que evalúa la seguridad de los carros, Global New Car Assessment Program (NCAP), las automotrices en México están fabricando autos para exportación bajo normas de seguridad de alto nivel.

 

Mientras que en las unidades que dejan en México y envían a América Latina, se ahorran muchos de estos requerimientos que no son exigidos por las normas locales, haciéndolos más vulnerables.

 

Ejemplo de ello es la versión básica del Nissan Versa, fabricado en Aguascalientes, el cual tiene dos bolsas de aire pero sin controles de estabilidad, que usan sensores para activar los frenos cuando el vehículo pierde el control. El precio de la versión moderna de ese sedán es de 16 mil dólares.

 

La versión estadunidense de ese mismo auto cuenta con seis bolsas de aire en el asiento delantero, en los lados y en el techo, además del control de estabilidad. Su precio es de 14 mil dólares.

 

De manera similar, la versión básica del Chevrolet Aveo, que ha sido mejorado y rebautizado como Sonic, se vende por unos 14 mil dólares en Estados Unidos y tiene 10 bolsas de aire, frenos antibloqueo y control de tracción.

 

Su equivalente mexicano, que es el vehículo de mayor venta en el país, carece de todos esos atributos y cuesta apenas 400 dólares menos.

 

Herman Morfín, portavoz de Nissan Mexicana, dijo en un comunicado que es “práctica común” añadir distintos atributos según el mercado donde se vende el vehículo.

 

“Dadas las amplias opciones de especificaciones y equipo, las estrategias específicas de mercadotecnia por país, en adición a las diferencias entre los impuestos establecidos de los países, estados y ciudades, incluyendo además gastos de transportación y entrega, no es posible hacer una comparación directa entre los vehículos comercializados en cada mercado, basado en su precio de lista publicado en la web”, dijo Morfín.

 

Incluso Morfín desctacó que dos de los modelos más populares de Nissan,  el Versa y el Sentra, tienen dos bolsas de aire y sistema de frenos antibloqueo, más de lo que exige la ley mexicana.

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Foto:AP

GM se negó a formular comentarios pero un ingeniero que hasta el año pasado dirigió una división de manufactura en la compañía en México dijo que la empresa se ahorra dinero al no incluir los dispositivos de seguridad.

 

“Con el fin de que las empresas generen un poquito más de utilidad y que tengan los autos un precio un poquito más accesibles se van descartando algunos accesorios. Las bolsas de aire, los frenos ABS. Es lo primero que se toca”, dijo el ingeniero solicitando permanecer anónimo debido al acuerdo de confidencialidad que tiene con la empresa.

 

Otros tres ingenieros que trabajaron con Nissan y GM por cuatro años, y que siguen trabajando en diseños de automóviles para otros fabricantes, fueron entrevistados, bajo condición de anonimato, y confirmaron que las empresas ensamblan vehículos con distintos accesorios de seguridad, dependiendo del mercado al que están destinados.

 

La Administración Nacional de Seguridad en las Autopistas de Estados Unidos (NHTSA, por sus siglas en inglés) dice que las bolsas de aire y los sistemas de control de estabilidad han evitado decenas de miles de heridas por accidentes viales, y que han disminuido el número de accidentes fatales en un tercio en Estados Unidos.

 

Paco de Anda, director de la filial mexicana del grupo Safe Kids, que aboga por medidas para evitar accidentes viales, dijo que los consumidores latinoamericanos se ven obligados a pagar extra por esos accesorios.

 

“Algo que es obligatorio ya de serie en otros países, aquí lo ponen opcional. Te lo cobran aparte. Obviamente la gente como desconoce o no es sensible al tema de la seguridad, le cuesta dinero y le cuesta trabajo entender que es por su seguridad y no lo compra”, dijo De Anda.

Foto: AP

Un trabajador de GM que gana 100 dólares a la semana dijo que en Latinoamérica la gente no tiene los recursos para comprar autos plenamente equipados.

 

No somos países primermundistas. Como para qué vender algo que traiga todo completo“, dijo el obrero, que pidió no ser identificado por temor a perder su empleo en el poblado de Ramos Arizpe, Coahuila, donde se fabrican Chevrolet Sonics, Cadillac SRXs y Captiva SUVs.

 

Sin embargo, las pruebas de accidente demuestran que por ahorrar dinero, se está sacrificando mucho.