Uno de los modelos de auto más populares en México, el Tsuru, está tan desactualizado que tiene sólo cinturones de seguridad de cintura en el asiento trasero, y algunos modelos ni siquiera tienen bolsas de aire.

 

Ese modelo no se vende ya ni en Estados Unidos ni en Europa.

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En una reciente presentación de Latin NCAP sobre pruebas de choque de vehículos, la puerta del conductor de un Tsuru quedó totalmente desprendida al sufrir un impacto a sólo 59 kilómetros por hora.

El techo se hundió totalmente y el volante embistió al maniquí colocado en el asiento. La calificación del Tsuru, en base a cinco estrellas: cero.

 

Cuando se les preguntó sobre esa prueba, ejecutivos de Nissan respondieron en un correo electrónico que “los consumidores continúan demandándolo. Es uno de los más populares vehículos sub-compactos en nuestro mercado dadas sus características de durabilidad, confiabilidad y accesibilidad”. No hicieron referencia específica a la prueba.

 

Más de 300 mil Tsurus han sido vendidos en México en los últimos seis años, a un precio de aproximadamente 11 mil dólares cada uno.

 

Carlos Gómez y su esposa Diana Martínez iban en un Tsuru con sus dos hijos pequeños, desde el poblado de Doctor Arroyo, en el norte de México, hasta Chiapas, para el feriado de Semana Santa en marzo. Se hacía de noche cuando se aproximaban al centro de México, y estaban a menos de 400 kilómetros de su casa cuando fueron embestidos de frente por un conductor ebrio que iba en una camioneta Ford Ranger.

 

Marido y mujer fallecieron a causa de sus heridas en el tórax y cráneo; el volante le golpeó al tórax de Gómez y el tablero aplastó el cráneo de su esposa.

 

Los hijos sobrevivieron pero pasaron semanas en el hospital. Carlos, de 6 años, aún lleva un yeso en las piernas y no puede caminar.

 

“Quedó muy mal a comparación del vehículo de este muchacho”, dijo el hermano de la madre, Agustín Martínez. “Queremos vehículos más robustos”.

La familia dice que la investigación no determinó si las bolsas de aire hubiesen salvado la vida a los padres, pero había una bolsa de aire en la camioneta que les chocó, y el conductor no resultó lastimado.

 

Alejandro Furas, director técnico del Global NCAP, dijo que para hacer que las fábricas automotrices cambien su política se requerirá la acción de los grupos activistas y de entes reguladores del gobierno.

Volkswagen, por ejemplo, comenzó a añadir dos bolsas de aire a su modelo Clásico al enterarse de que Latin NCAP iba a utilizar ese modelo para sus pruebas de choques debido a su popularidad, dijo Furas.

 

El modelo, que se vende en Europa y Estados Unidos como Jetta, tiene seis bolsas de aire.

 

“Mexico tiene que mirar para dentro, a los problemas que tiene para dentro, que le vende autos inseguros a su propia gente pudiendo venderle autos seguros que puede fabricar”, dijo Furas.