WASHINGTON. El estadounidense Alan Gross, que este martes cumple cuatro años encarcelado en Cuba, acusado de espionaje, envió una carta al presidente Barack Obama con el fin de pedirle que intervenga para conseguir su libertad.

 

 

“Está claro para mí, señor presidente, que sólo su participación personal puede obtener mi libertad”, escribió Gross en una carta difundida el martes. “Sé que su gobierno y gobiernos anteriores han tomado medidas extraordinarias para obtener la libertad de otros ciudadanos estadounidenses encarcelados en el extranjero, incluso ciudadanos que no fueron arrestados por su trabajo en bien de su país. Le pido que tome medidas para obtener mi libertad, por el bien mío y el de mi familia”., recita la misiva.

 

Gross, de 64 años, dice que ha “perdido casi todo” en los últimos cuatro años y que su familia “ha sufrido una enormidad”.

 

“Con todo respeto, señor presidente, temo que mi gobierno —el gobierno para el cual trabajaba cuando empezó esta pesadilla— me ha abandonado”, escribió Gross. “Funcionarios de su gobierno han expresado su solidaridad y reclamado mi libertad incondicional, y se los agradezco mucho. Pero ello no me ha llevado a casa”.

 

El Departamento de Estado reclamó el lunes la libertad de Gross. A fines de noviembre, 66 senadores encabezados por el demócrata Patrick Leahy enviaron una carta a Obama en la cual le pidieron que tome “medidas expeditivas acordes con el interés nacional” para obtener la libertad del contratista.

 

El secretario de prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo en febrero que Obama “sigue con preocupación el caso del señor Gross y exhorta a liberarlo”.

 

La esposa de Gross, Judy Gross, quien ahora vive en Washington, prevé realizar una vigilia el martes para exhortar al presidente a ayudar a obtener la libertad del contratista.

 

Cuba ha expresado su disposición a liberar a Gross si Washington tiene un gesto similar en el caso de los así llamados Cinco Cubanos, agentes de inteligencia de Cuba condenados a largas penas de prisión en Estados Unidos en 2001. Uno fue liberado en 2011 y pudo regresar a Cuba este año. La libertad de otro está prevista para febrero.

 

Washington siempre ha descartado ese trueque.

 

Alan Gross fue arrestado hace cuatro años mientras intentaba de manera encubierta instalar el acceso al internet para la pequeña comunidad judía de la isla socialista, un acceso que se sobreponía a las restricciones locales. En esa época trabajaba como subcontratista de la Agencia para el Desarrollo Internacional del gobierno estadounidense (USAID en inglés), la cual busca promover la democracia en el país caribeño.

 

Cuba, que considera que los programas de USAID son intentos de Estados Unidos para socavar al gobierno en La Habana, juzgó a Gross y lo sentenció a 15 años de prisión. El caso se ha convertido en un escollo para el mejoramiento de las relaciones entre los dos países, que no tienen relaciones diplomáticas formales desde 1961.