BERLÍN. El bloque conservador alemán liderado por la canciller, Angela Merkel, alcanzó un acuerdo con el Partido Socialdemócrata para gobernar los próximos cuatro años en una “gran coalición”, según avanzaron los medios locales tras 17 horas de negociaciones.

 

La Unión Cristianodemócrata (CDU), su ala bávara de la Unión Socialcristiana (CSU) y el Partido Socialdemócrata (SPD) cerraron el pacto tras más de un mes de reuniones y más de dos meses después de que Merkel lograra una rotunda victoria en las elecciones generales, que la dejó a cinco escaños de la mayoría absoluta.

 

El acuerdo deberá superar la consulta a la militancia socialdemócrata, ya que el principal partido de la oposición se comprometió a someter a sus más de 470 mil afiliados un eventual pacto de coalición, que de ser aprobado, Merkel podrá ser investida por el Bundestag el 17 de diciembre para ocupar su tercer mandato como canciller.

 

El pacto incluye mejoras en pensiones y dos de los puntos claves para el SPD: un salario mínimo interprofesional de 8.5 euros por hora fijado por ley a partir de 2015 y un compromiso para permitir la doble nacionalidad a los hijos de inmigrantes nacidos en Alemania.

 

La CSU consiguió también la aprobación el próximo año de un peaje para los vehículos extranjeros en las autopistas alemanas, siempre que se respete la legislación europea y no suponga una sobrecoste para los conductores alemanes.

 

Así mismo, la implantación en 2017 de una “pensión mínima de solidaridad” de 850 euros mensuales  el mantenimiento de la meta del abandono de la energía nuclear para 2022.

 

 

Será la segunda vez que Merkel lidere una gran coalición de gobierno, fórmula que ya encabezó en su primera legislatura (2005-2009) y que supuso para el SPD una sangría de votos en las siguientes elecciones generales que se celebraron en el país.