BAGDAD. Al menos 47 personas murieron y otras 131 resultaron heridos en la cadena de atentados en varias zonas de Bagdad, informaron fuentes de la policía iraquí.

 

El ataque más mortífero tuvo lugar en la zona de Al Tubyi, en el noroeste de la capital, donde nueve personas murieron y 25 resultaron heridas por la explosión de dos coches bomba de forma consecutiva.

 

Las explosiones causaron también importantes daños materiales en vehículos y edificios cercanos, agregaron las fuentes.

 

Otras siete personas murieron y 23 sufrieron heridas por la explosión de un artefacto en un mercado popular en la zona de Al Sadria, en el centro de Bagdad, mientras otras cinco personas murieron y diez fueron heridas por el estallido de un coche bomba en la zona de Al Kahramana, también en el centro.

 

Un coche bomba causó la muerte de siete personas y heridas a 21 en la zona de Al Shab, en el noreste de la capital, al tiempo que un suceso similar dejó cinco muertos y doce heridos en el barrio de Al Azamiya, en el norte.

 

En el barrio de Al Amel, suroeste, detonó por su parte un coche bomba, en un acto en el que murieron siete personas y sufrieron heridas otras dieciséis.

 

Además, cinco personas perdieron la vida y otras 19 resultaron heridas por un coche bomba en Al Hurreiya, en el noroeste de Bagdad.

 

Un civil murió y otros cinco resultaron heridos por la explosión de un coche bomba colocado al lado de una carretera en la zona de Abu Greib, al oeste de la capital.

 

Un grupo armado asesinó a un funcionario del Ministerio de Electricidad cuando pasaba por la zona de Al Baladiyat, en el este de Bagdad.

 

En un ataque parecido, un grupo de desconocidos asesinó al coronel Surur Rashid, responsable de la protección del presidente iraquí, Yalal Talabani, después de irrumpir en su casa en el centro de la ciudad de Suleimaniya, en el norte de Irak, informó en su página web la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), que dirige el mandatario iraquí.

 

La violencia sectaria y el terrorismo ha aumentado en Irak con frecuentes ataques contra las fuerzas de seguridad y la comunidad chií.

 

El pasado 14 de noviembre, al menos 29 chiíes murieron y otros 60 resultaron heridos en un atentado suicida en la provincia de Diyala, que coincidió con la conmemoración de la festividad religiosa de la Ashura.

 

Según los datos de la misión de la ONU en Irak (UNAMI) y el Gobierno iraquí, cerca de un millar de iraquíes perdieron la vida en actos violentos durante el pasado octubre, uno de los meses más mortíferos de los últimos cinco años.