Las versiones que el presidente Enrique Peña Nieto prepara su primer ajuste de gabinete entraron de lleno a la temporada decembrina. Son verosímiles porque en el gobierno, aún  dentro de la clase política mexiquense incrustada en la administración de Peña Nieto, es un tema en mesas y conversaciones, donde se adelanta incluso la cifra mágica de seis secretarios que serían relevados –de un total de 18, incluida la Procuraduría General- al cumplirse el  primer año el gobierno. ¿Razones en la República de las Opiniones?

 

Incompetencia, enfermedad, o porque un año en el gabinete es suficiente para el pago de compromisos, es lo que se alega. La pregunta fundamental de qué ganaría el Presidente, no se ha planteado. Los relevos no deben hacerse por sugerencias o presiones en los medios, sino por convenir a intereses particulares, y bajo esa racional, un ajuste en los términos como se plantean en la prensa, sería exactamente lo opuesto: irracional.

 

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