Los restos de la decana de la danza mexicana contemporánea, Guillermina Bravo, son trasladados de la ciudad de Querétaro donde falleció la víspera a la ciudad de México donde recibirá mañana viernes un homenaje de cuerpo presente en el Palacio de Bellas Artes.

 

El féretro de la coreógrafa llegará a una funeraria de la colonia San Rafael para ser velados previo a los honores que el país le ofrecerá.

 

Entre aplausos y el reconocimiento de maestros y alumnos del Centro Nacional de Danza Contemporánea (Cenadac) despidieron a la connotada coreógrafa y bailarina veracruzana

 

Bravo murió la noche del miércoles a punto de cumplir 93 años la también fundadora y directora del Ballet Nacional de México (1949-1995).

 

El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) confirmó que el homenaje a la maestra se realizará mañana en el Palacio de Bellas Artes.

 

Luego de hablar con los familiares de la maestra, se determinó que el tributo a este pilar de la danza mexicana sea al mediodía del 8 de noviembre.

 

Este jueves, la comunidad dancística en el Cenadac, que ella fundó en Querétaro en 1991, le dieron el último adiós.

 

La decana de la danza en México, autora de 57 coreografías con una trayectoria dancística marcada por su perseverancia y tenacidad, murió hoy en su casa de Querétaro. Cada una de sus propuestas coreográficas dieron vida a la danza profesional del país.

 

Guillermina Bravo nació en Chacaltianguis, Veracruz, el 13 de noviembre de 1920, estudió en el Conservatorio Nacional de Música y en la Escuela Nacional de Danza; fue parte del Ballet de Bellas Artes y en 1947 fundó, junto con Ana Mérida (1922-1991), la Academia de la Danza Mexicana.

 

Bailó por vez primera en el Palacio de Bellas Artes a la edad de 20 años como parte del Ballet de Bellas Artes, bajo la dirección de la bailarina estadunidense Waldeen.

 

A lo largo de su sólida carrera fue reconocida en numerosas ocasiones con galardones como el “José Limón” y fue primera mujer en recibir el Premio Nacional de Ciencias y Artes, en 1979.

 

En su honor, en 1993 se creó el Premio “Guillermina Bravo” y un año más tarde fue nombrada Creadora Emérita dentro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. (Notimex)