Una singular escultura romana de mil 900 años de antigüedad, que representa un águila devorando una serpiente, fue encontrada bajo tierra en pleno centro financiero de la capital británica, así lo informó este jueves el Museo de Londres.

 

La figura, tallada en piedra caliza y en un estado de conservación “increíble”, es “la mejor escultura romana creada por un artista local que se ha localizado hasta ahora en Londres”, afirmó Michael Marshall, historiador del museo donde la estatua estará expuesta desde mañana hasta abril.

 

Un equipo de arqueólogos encontró en septiembre esta imagen, de 65 centímetros de alto por 55 de ancho, durante las últimas horas de una excavación que había durado varios meses en el terreno donde está previsto levantar un hotel.

 

“El águila es un símbolo típicamente romano. Este nuevo hallazgo nos permite comprender con mayor profundidad cómo eran los habitantes del Londres romano y demuestra que tenían una gran familiaridad con la iconografía del mundo clásico”, relató Marshall.

 

De acuerdo con la simbología clásica, la estatua representa la lucha entre el bien -el águila- y el mal -la serpiente-, un tema recurrente en contextos funerarios, explicó el historiador, que subrayó que en esa zona se ubicaba un importante cementerio.

 

“Las esculturas funerarias son poco frecuentes en el Londres romano. Este ejemplo, que proviene quizás del interior de un mausoleo, es una pieza de una calidad extraordinaria que nos ayudará a comprender cómo estaban construidos los cementerios y tumbas que se alineaban al borde de los caminos que salían de la ciudad”, explicó el experto del Museo de Londres.

 

El arqueólogo Martin Heing resaltó por su parte que la figura, de una “excepcional calidad” y en unas condiciones de conservación “extraordinarias”, es una de las “mejores esculturas romanas que se han localizado en el Reino Unido”.

 

El águila y la serpiente presentan “la misma viveza que el día que fueron talladas”, y en diecinueve siglos “tan solo han perdido la capa de pintura que las recubría”, señaló.

 

La piedra caliza en la que está fabricada la talla prácticamente no se ha deteriorado y todavía se aprecian detalles de la figura como la lengua bífida de la serpiente y el plumaje del ave.