En la fiesta en la que un sicario disfrazado de payaso asesinó al ex capo Rafael Arellano Félix, hubo invitados especiales ampliamente conocidos, como el máximo goleador de la Selección Mexicana, Jared Borgetti; el hijo de la leyenda del boxeo Julio César Chávez, Omar Chávez, o el ex vocalista de la Banda el Recodo, Luis Antonio López, conocido como “El Mimoso”, quien incluso cantó para animar el festejo por el que sería el cumpleaños 63 del mayor de los hermanos Arellano Félix.

 

Así lo reveló el semanario ZETA, que tiene sede en Tijuana Baja California y dio conocer imágenes inéditas del festejo del 18 de octubre en las que se ve a Rafael Arellano Félix vestido totalmente de blanco posando para las cámaras que lo retrataban sonriendo con sus invitados, como el empresario y dueño de la concesión de la firma de motocicletas Harley Davidson en Cabo San Lucas, David Comartin Riee.

 

En el reportaje publicado en el sitio web del semanario se describe al extinto capo “notablemente delgado, ya con los estragos del tiempo en el rostro, y una figura que se notaba ejercitada”. Rafael Arellano también habría convivido con “el ex procurador general de Justicia del Estado y actual Notario Público Número 22, Francisco Karim Martínez Lizárraga”.

 

De acuerdo con la información dada a conocer “Francisco Rafael Arellano Félix festejaba su cumpleaños número 63” y para celebrarlo “seleccionó el salón de fiestas Ocean House”, donde “desde las cuatro de la tarde se mantuvo en la puerta de acceso al lugar, ubicado en el Kilómetro 17 del corredor turístico entre San José del Cabo y Cabo San Lucas. Arellano recibió personalmente a sus invitados, el 18 de octubre de 2013, a la que sería su última celebración de cumpleaños”, relata ZETA.

 

El asesinato

 

El mismo reportaje del semanario ZETA describe la operación en la que ejecutaron al mayor de los Arellano Félix, quien en ese momento se encontraba desarmado, pues ya se “había retirado del negocio del crimen organizado”.

 

“El convivio, que había empezado alrededor de las cuatro de la tarde, alcanzó su máximo apogeo a las ocho de la noche, cuando una camioneta Chevrolet TrailBlazer de color negro, entró por un portón -el cual no tenía en ese momento elementos de seguridad- y continuó avanzando cerca de 100 metros hasta llegar al salón de fiestas.

 

“En el asiento delantero -según testigos- iban dos personas. Por la puerta trasera, descendió un hombre disfrazado de payaso. Se encaminó hacia el salón por la parte del estacionamiento. Recorrió unos 80 metros y llegó el área de la cocina. Ahí se detuvo y observó a los invitados.

 

“El payaso identificó a Rafael Arellano casi al centro del salón. Se abrió paso entre los invitados y caminó directo hacia él. A poco más de un metro de distancia de su blanco, sacó de entre su disfraz un arma y disparó cuatro veces a la cabeza de Arellano. Cuando éste cayó al piso ya muerto, el sicario disparó una vez más. También a la cabeza”.