Después de que personajes como Miley Cyrus y Emma Watson se declararan fans de las botas Dr. Martens, los propietarios de Hugo Boss decidieron retomar el negocio de calzado que hace unos años era el símbolo de los outsiders.

De acuerdo con The Guardian, la familia Griggs, fundadores y propietarios de Dr. Martens, se encuentran en pláticas con los dueños del fondo de inversión privado Permira, que actualmente tienen entre sus negocios a The New Look y a Hugo Boss, para adquirir la marca de calzado por unos 300 millones de libras (481 millones de dólares).

 

De confirmarse el acuerdo, el fondo de capital británico sería el propietario de la empresa matriz, R Griggs Group, y podría utilizar el nombre. Sin embargo, la marca en sí seguiría siendo propiedad absoluta de la familia que la fundó.

 

Cuenta la leyenda que el doctor del ejército alemán Klaus Martens sufrió una lesión en el tobillo en 1945, mientras esquiaba. El calzado militar que se utilizaba durante la Segunda Guerra Mundial era demasiado incómodo en su condición, por lo que comenzó a diseñar unas botas más suaves.

 

Posteriormente, Martens se alío con su amigo de la universidad, el doctor Herbet Funck en Alemania, e hicieron una mejora a las suelas de las botas utilizando caucho en su confección. Las ventas de estas botas se dispararon por el consumo de las amas de casa de más de 40 años, que las encontraban cómodas y duraderas.

 

Después, la familia Griggs, asentada en Northampthon, Inglaterra, que inició su carrera como zapateros en 1901, compró los derechos para fabricar a finales de 1950 un diseño inspirado en la lesión de Martens. Habían logrado fabricar un par muy cómodo, con cuero y suelas de “aire”.

 

El primer par de Dr. Martens británicas fueron puestas a la venta en abril de 1960, eran color cereza.

 

Las botas Dr. Matens fueron adoptadas por los primeros skinheads, que querían imitar el vestido de los hombres de la clase trabajadora. Después fueron los punks los que las reclamaron y en los 90 volvieron a tener un boom, gracias a las bandas de Britpop.

 

Con el nuevo siglo, las botas pasaron de moda y la producción, instalada en Inglaterra, tuvo que ser transferida a China y Tailandia.

 

En 2007 se volvió a inaugurar la primera fábrica de Reino Unido y actualmente, Dr. Martens vende alrededor de cinco millones de pares de zapatos al año, de los cuales, sólo 70 mil se producen en su fábrica de Northampton (son hasta cuatro veces más caros).

 

El regreso del street wear y sus diversas variantes, propagadas a países occidentales desde Japón, provocó que diversas marcas volvieran a posicionarse en la mente de los consumidores, volviendo de nuevo aspiracional lo que representaban en los noventas: la libertad en las calles.

 

De la mano de Permira, el alcance de Dr. Martens podría expandirse, tanto en línea y en presencia en nuevos mercados internacionales. Actualmente, sólo tiene 30 tiendas propias y otras 70 en modalidad de franquicias o concesión de puntos de venta en 63 países en la actualidad.