WASHINGTON. La influyente senadora demócrata de California, Dianne Feinstein, expresó hoy su oposición a los programas de espionaje de Estados Unidos sobre líderes de países aliados como México, Francia, España y Alemania.

 

Feinstein, presidenta del Comité Selecto de Inteligencia del Senado, deploró que los miembros del Congreso no hayan sido plenamente informados sobre los programas de vigilancia foránea de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés).

 

“En relación con el acopio de información de inteligencia de líderes de aliados de Estados Unidos, incluidos Francia, España, México y Alemania, lo digo inequívocamente: estoy totalmente opuesta”, señaló.

 

“A menos que los Estados Unidos esté implicado en hostilidades contra un país o exista una emergencia para este tipo de vigilancia, no creo que Estados Unidos debe recolectar llamadas o correos de presidentes o de primeros ministros”, sostuvo.

 

Feinstein señaló que sólo el presidente de los Estados Unidos debería autorizar tal tipo de intervención telefónica o electrónica.

 

Legisladores estadounidenses coincidieron este fin de semana que Estados Unidos debe buscar reparar sus relaciones con países a los que ha espiado como Alemania, Francia y México, y definir como inapropiado espiar contra países aliados.

 

La senadora demócrata de Nueva Hampshire, Jeanne Shaheen, sostuvo que el Congreso estadounidense tiene la obligación de inquirir a la NSA sobre lo que realmente está ocurriendo con sus programas de vigilancia extranjera.

 

Por su parte el presidente del comité de supervisión de la cámara de representantes, el legislador republicano de California Darrell Issa, consideró inapropiado que Estados Unidos cometa actos de espionaje contra los jefes de Estado de países aliados.

 

El ex director nacional de Inteligencia, John Negroponte, propuso esta semana a la administración Obama evaluar la posibilidad de excluir a un grupo selecto de países aliados de la lista de blancos de espionaje.

 

Estados Unidos mantiene desde la Segunda Guerra Mundial el llamado acuerdo de los “Cinco Ojos” con otros cuatro países de habla inglesa -Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda- para compartir información y evitar espiarse entre ellos.

 

Feinstein anunció que el Comité de Inteligencia del Senado iniciará por ello una “revisión mayor” de los programas de inteligencia de Estados Unidos.