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Un día nos despertamos con las sensaciones de los sueños más vividos que tuvimos durante la noche, aún con el sentimiento de angustia o euforia que hayamos experimentado mientras dormíamos y con ganas de contarle las aventuras o desventuras a quien nos encontremos primero en la mañana, algo así es la impresión inmediata al salir de la sala de cine después de haber visto Gravity.

Muchas expectativas se habían puesto en esta película, un thriller en el espacio dirigido por Alfonso Cuarón, escrita por el mismo Alfonso y su hijo Jonás Cuarón, protagonizada por dos actores ganadores del Oscar, fotografiado por el mexicano Emmanuel Lubezki que nos sigue maravillando, es el dream team que nos tenía contando los días para el estreno y nos cumplió lo prometido.

Sandra Bullock es la Dra. Ryan Stone, una ingeniera en medicina con capacidades brillantes que va por primera vez a una misión en el espacio, George Clooney es el veterano de la NASA Matt Kowalski, quien comanda esta operación espacial que será la última antes de su retiro. En medio de la tranquilidad, anécdotas y un poco de música country mientras se dedican a sus tareas astronáuticas, los golpean inesperadamente trozos de deshechos satelitales, una lluvia de basura espacial accidenta este viaje y convierte esta misión científica en una de sobrevivencia.

Estamos ante el paisaje desolado del espacio infinito totalmente a la deriva, dos personas que sólo cuentan con la relativa seguridad que la tecnología de sus trajes les puede dar, esta no es otra historia de la humanidad ante la adversidad de la naturaleza, no hemos visto ni experimentado este despojo de cualquier herramienta para lograr salir con vida de esta situación. No hay un árbol en el camino en donde buscar alimento ni un río que corra cerca que nos pueda dar de beber, no hay armas para defenderse de las enormes partes de ingeniería espacial que vienen a hacernos pedazos ni un rincón en la montaña donde resguardarse por un momento del peligro, no existe siquiera un sendero hacia donde caminar ni aire que respirar.

La expresión “mantener los pies en la tierra” cobra sentido y se materializa literalmente, necesitamos enraizarnos y saber siempre de dónde venimos, la sobrevivencia en Gravity es regresar al hogar que nos pertenece y a donde pertenecemos. La lucha en el espacio sideral por regresar con vida es aún más impensable que salir victoriosos de estar extraviados en el desierto. Gravity nos pone en un escenario de total desamparo, se expone la fragilidad de los seres humanos cuando estamos fuera de nuestra habitualidad y la invasión de emociones que nos pueden hundir o levantar; miedo, angustia, tristeza, no hay nada ni nadie a nuestro alrededor, estamos solos en la soledad.

Alfonso Cuarón quería ser astronauta y en Gravity juntó sus viejos anhelos con sus talentos como cineasta, el resultado es una película asombrosa, de constante tensión, nos va alimentando con secuencias de acción que nunca estamos muy seguros en qué van a terminar, es visualmente despampanante y logra hacernos parte de la inmensidad y de la sensación de vacío del paisaje, compartimos la desesperación y la motivación por regresar a la Tierra, acá donde olvidamos por un momento que estamos sentados en una butaca y que en realidad no fue un rodaje en el espacio.