Cerca de una veintena de organizaciones pro derechos humanos, civiles y religiosas, enviaron hoy una carta al presidente estadounidense, Barack Obama, para que cumpla su compromiso de acelerar el cierre de la prisión de la Base Naval de Guantánamo (Cuba).

 

Asociaciones como la Unión por las Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU), Amnistía Internacional, Human Rights Watch o el Consejo de relaciones islámicas en Estados Unidos piden a Obama que tome medidas específicas para transferir presos y cerrar el penal, creado en 2002 para recluir a los capturados en la “guerra” de EU contra el terrorismo.

 

La misiva pide al mandatario que nombre a un nuevo enviado del Departamento de Defensa para el cierre de Guantánamo y recomienda al Secretario de Defensa, Chuck Hagel, que utilice sus poderes para acelerar la transferencia de detenidos que ya han recibido el visto bueno para abandonar la prisión.

 

Los firmantes recuerdan a Obama la promesa realizada el pasado 23 de mayo en un discurso sobre la lucha antiterrorista en la Universidad de Defensa Nacional, en el que prometió acelerar la transferencia de la mayor parte de los presos de Guantánamo.

 

“Pese a su compromiso e implicación personal, la población carcelaria de Guantánamo en los últimos cuatro meses se ha reducido solo en dos detenidos, al pasar solo de los 166 a los 164”, indica la carta dirigida al presidente, que recuerda que 84 de ellos han recibido el visto bueno para ser transferidos hace más de cuatro años.

 

En junio, el Departamento de Estado de EU. anunció el nombramiento de Clifford Sloan como nuevo enviado especial para cerrar la prisión de Guantánamo, después de que esa oficina quedara desierta en enero.

 

Además, la Casa Blanca ha levantado la moratoria para la transferencia de presos yemeníes a su país de origen, la cual fue impuesta por temor a que se unieran a grupos islamistas, con lo que podrían abandonar Guantánamo la mayoría de los 84 presos autorizados.

 

La carta enviada hoy a Obama recuerda que además de Sloan es clave para las transferencias de presos que se nombre a un encargado del cierre de Guantánamo en el Pentágono, que debe autorizar la salida de los presos, y se ocupen otros dos puestos vacantes en la actualidad, entre ellos el de responsable de Asuntos de Detenidos desde julio.

 

El estado de indefinición judicial y el trato de los guardas llevó a los presos a una huelga de hambre de seis meses este año.