WASHINGTON. Los niños que reciben ayuda gubernamental para estudiar, los pacientes con enfermedades incurables y alrededor de 8.8 millones de mujeres y niños que necesitan cupones para recibir alimentación suplementaria, forman el grupo de víctimas colaterales por la parálisis en la administración pública de Estados Unidos.

 

Miles de infantes (de entre 3 y 5 años de edad) de las guarderías públicas que pertenecen al programa “Head Start”, un programa federal para menores en edad preescolar que pertenecen a familias de bajos ingresos. Los niños que asisten a esos centros realizan múltiples actividades educacionales al aire libre o bajo techo en un medio seguro.

 

También, reciben atención médica y dental gratuita, comidas y refrigerios balanceados nutricionalmente; ese servicio se extiende a niños con discapacidades. Ese programa se financia por el gobierno federal. Sin embargo, todos esos niños han quedado atrapados en medio de la lucha por el presupuesto, cita la edición dominical del diario USA Today.

 

De igual forma han sido afectados los pacientes con enfermedades incurables, que dejaron de ser atendidos en el Centro de Salud Clínica del Instituto Nacional. Ese Centro que cotidianamente ofrece asistencia a los necesitados.

 

Cerca de 8.8 millones de mujeres y niños están en riesgo de perder los cupones que les otorga el Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Infantes y Niños, (conocido como el WIC). Se trata de un servicio a nivel federal, que administran las agencias estatales para proveer los recursos y servicios a quienes han sido elegidos para ese programa.

 

Frente al inminente agotamiento de los fondos estatales del WIC, algunas personas han sugerido que el gobierno federal aporte fondos extra, sobre todo para cubrir la falta de apoyos para las madres que deben adquirir fórmulas lácteas para sus hijos. “No habrá fondos federales adicionales” habrían expresado voceros del Departamento de Agricultura, ante tal propuesta, una vez que se anuncia que los fondos estatales durarán, a lo sumo, hasta la próxima semana, según USA Today.

 

Al parecer, sí estarían asegurados los recursos para brindar almuerzos estudiantiles a los alumnos de bajos ingresos. Esto es en virtud de que esos alimentos se adquieren con timbres de alimentos que no serán afectados por el paro gubernamental, cita The Guardian.

 

Limonada o limón

 

Otro sector muy dañado por la licencia parcial de 800 mil empleados federales de sus oficinas son las cafeterías y restaurantes aledaños a las dependencias, en Washington y sus alrededores. En el sexto día del paro administrativo, esas pequeñas y medianas empresas han diseñado estrategias que intentan llamar la atención de los clientes y de los medios.

 

Ofrecen, desde café y emparedados de cortesía, hasta cambios de aceite gratis para el automóvil. Por ejemplo, a los burócratas cuyo auto es marca Hyundai se les ofrecen planes para que dejen de pagar los abonos durante el tiempo que dure la parálisis gubernamental, según USA Today.

 

El sábado, los miembros de la Cámara de Representantes votaron, en una inusual expresión de unanimidad, una ley que aprueba pagar a los trabajadores en licencia. La medida fue aprobada por 407 votos y ninguno en contra.  Para los observadores, este es el momento en que decenas de compañías intentan seguir el lema de hacer “limonada con el jugo de limón” que les deja el cierre gubernamental. Redacción