WASHINGTON. Un documental sobre Hillary Rodham Clinton, la ex primera dama estadunidense, ex senadora y ex secretaria de Estado, que realizaría el periodista estadunidense Charles Ferguson, a propuesta de CNN Films, se canceló por la presión de ayudantes de la misma Clinton y líderes republicanos.

 

Así lo narra Ferguson en un escrito, accesible en el sitio web del Huffington Post, que en el penúltimo párrafo admite que cuando solicitó las entrevistas, descubrió que “nadie, y eso significa que nadie, estaba interesado en ayudarme a hacer esta cinta. Ni demócratas ni republicanos, y ciertamente nadie que trabaje con los Clinton, que quiera acceder con los Clinton o sueñe con una posición en el gobierno de Hillary Clinton”.

 

“Todo comenzó a fines de 2012”, entonces CNN Films le propuso a Ferguson dirigir un documental. Tras evaluar varios temas potenciales, eligió el de Hillary Rodham Clinton, relata el director y productor de cintas como La guerra sin fin: la ocupación estadunidense en Irak (2007) y Trabajo interno, sobre la crisis financiera de 2008.

 

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Charles Ferguson. Foto: Especial

“Entonces comenzó la diversión” recuerda el cineasta. Un día después de firmar el contrato, Ferguson recibió un mensaje de Nick Merrill, el secretario de prensa de Hillary Clinton, quien ya sabía de la cinta y que “claramente tenía una fuente dentro de CNN”. Dice que Merrill “me interrogó y al principio respondí, pero eventualmente me detuve” y cuando Ferguson le solicitó una conversación privada, off-the-record con la Sra. Clinton, le respondió que ella estaba ocupada escribiendo su libro y no hablaba con los medios.

 

Después, Ferguson supo que Phillipe Reines, gestor de medios de Hillary Clinton, contactó a varias personas en CNN a quienes interrogó y expresó su preocupación sobre el supuesto “conflicto de intereses” que generaría la cinta por los beneficios que obtendría. Cuando Ferguson lo contactó, “declinó hablar conmigo”.

 

Fue cuando CNN y Ferguson decidieron confirmar públicamente el proyecto de la cinta. Inmediatamente, el líder del Comité Nacional Republicano (CNR) anunció que boicotearía el acceso de la televisora a los debates de las primarias presidenciales del 2016. Todo el CNR apoyó esa posición; “lo que me sorprendió fue que, silenciosa y privadamente, prominentes demócratas hicieron saber tanto a CNN como a mí, que tampoco estaban contentos con la cinta”, dice Ferguson.

 

Entonces apareció David Brock -periodista y autor del libro La Real Anita Hill-, quien publicó una carta abierta en su sitio web “claramente pro demócrata Media Matters for America en la que respaldó la posición del CNR” dice Ferguson, donde sugería que el documental podría revivir “viejas historias y desacreditadas historias de escándalos de los Clinton”.

 

Ante ello, Ferguson contactó a algunos demócratas que conocían a Hillary Clinton. “Les dije que esa campaña contra la cinta y CNN era contraproducente. Le expresaron ese mensaje a la señora Clinton personalmente junto con mi solicitud de hablar con ella”, dice el cineasta quien agrega que la respuesta que recibió fue, básicamente, “sobre mi cadáver”.

 

En tanto, el presidente de CNN, Jeff Zucker y su equipo ejecutivo, le pidieron que se mantuviera y le reiteraron su compromiso. “Que siguiera adelante e hiciera mi cinta. Así lo hice”, escribe.

 

Cena con Bill

 

En junio, Ferguson asistió a una cena con Bill Clinton “que fue educativa”. El ex presidente estadunidense habló apasionadamente de su fundación, de la vida salvaje en África, la desigualdad, la obesidad infantil “con gran dominio de datos, emoción y poder retórico”.

 

Entonces, Bill Clinton y Charles Ferguson hablaron en privado. “Le pregunté sobre la crisis financiera. Luego de una pausa se transformó en más conmovedor, pensativo, apasionado y articulado. “Y procedió a decirme las más sorprendentes mentiras que he escuchado en un largo tiempo”.

 

Por ejemplo, refiere, Clinton lamentó su incapacidad para detener la Ley sobre derivados privados y que a la larga empeoró la crisis. Clinton dijo que él y Larry Summers (quien fue secretario del Tesoro en su gobierno) hablaron con Alan Greenspan pero no lograron moverlo. Ferguson escribe que entonces pensó: “¡Wow, este chico es un gran actor! Y también vi una razón por la que Hillary Clinton no estaba entusiasmada por mi película”.

 

El documentalista descubrió otras razones. Recuerda que ella “se unió a las directivas de Walmart y Tyson Foods” y, afirma, uno de grandes donadores a la Fundación Bill, Hillary y Chelsea Clinton “es el gobierno de Arabia Saudita”. Ferguson sostiene que “la red personal de los Clinton probablemente ahora supere los 200 millones de dólares, y mientras se haya obtenido legalmente, ambas fuentes de dinero y las declaraciones públicas de los Clinton indican una fuerte aversión” a los botes giratorios o a hacer enemigos poderosos.

 

En la última parte de su escrito, el documentalista sostiene que los Clinton “cayeron en deudas millonarias”. Refiere que la campaña presidencial de Hillary Clinton, para 2016, tiene un costo estimado de cinco mil millones de dólares  “por lo que más que nunca los Clinton necesitan dinero y gente que se los dé”. Y eso es algo que Ferguson admite, le hubiera “adorado explorar”.

 

El cineasta concluye asegurando que “esta es un victoria para los Clinton, y para la máquina de dinero en que ahora se han convertido los partidos políticos. Pero no creo que sea una victoria para los medios o para el pueblo estadunidense. Aún creo que la señora Clinton tiene muchas virtudes, incluida su gran inteligencia, fortaleza y profundo compromiso para mejorar las vidas de mujeres y niños en el mundo. Pero esta no es su mejor hora”.

 

Candidata al 2016

 

La mayoría de analistas políticos confía que Hillary Rodham Clinton sea la candidata demócrata para las elecciones presidenciales de 2016. Rival del actual presidente estadunidense, Barack Obama en las primarias de 2009, ahora afirma que estudia sus opciones.