¿México es un país competitivo? Afortunadamente, la competitividad se ha convertido en una obsesión de los gobiernos del país, especialmente el federal y los estatales. Existe una competencia para reformar aquellas cosas que son un lastre para el crecimiento de la economía. Hay entidades donde este cambio ocurre a tasas muy aceleradas (por ejemplo Colima), pero otros no cambiarán en el mediano plazo (como Oaxaca o Guerrero).

 

La competitividad es la capacidad que tienen los países para atraer y retener talento e inversión. Ambas variables se correlacionan con un conjunto de variables de política pública, aunque, a veces, hay gobernantes que se frustran cuando saben que no solamente se habla de ventajas en costo, tipo de cambio o logística.

 

Como sea, los países se vuelven competitivos cuando son exitosos en una agenda amplia de políticas públicas, que van desde cuidar a los que menos tienen y al medio ambiente, pasando por una agenda de telecomunicaciones adecuada, competencia en los mercados, sistemas políticos estables, relaciones internacionales  provechosas y un entorno propicio para la innovación y tecnología. Éstos y otros elementos evalúa el Instituto Mexicano para la Competitividad (imco), a través de su Índice de Competitividad Internacional, en el que México se ubica en la posición 32, de un total de 46 economías.

 

¿Cuáles son los pendientes de nuestro país? Liberalización del sector energético, diversificación del comercio exterior, economía informal, carreteras pavimentadas, crimen organizado, corrupción, independencia del Poder Judicial; así como en gasto en salud por cuenta propia, red ferroviaria, acuerdos comerciales, tiempo de altos ejecutivos dedicado a temas burocráticos, áreas naturales protegidas, índice de estabilidad política….

 

De no atenderse los pendientes, el optimismo sobre México seguiría sostenido sólo por alfileres.

 

MANUEL MOLANO ES DIRECTOR GENERAL ADJUNTO DEL INSTITUTO MEXICANO PARA LA COMPETITIVIDAD.