La Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, que realizó el espionaje global dentro de la guerra contra el terrorismo, garantizó al gobierno de México que investigará si durante ese proceso se intervinieron los teléfonos del presidente Enrique Peña Nieto y de varios de sus colaboradores, durante la campaña presidencial en 2012, informaron anoche diplomáticos mexicanos.

 

La ratificación de la NSA, por sus siglas en inglés, es seguimiento de la promesa que hizo el presidente Barack Obama a Peña Nieto durante la reciente cumbre del G-20 en San Petersburgo, quien le aseguró que su gobierno investigaría si se violaron las leyes en el espionaje. No se sabe cuánto durará la investigación, pero Obama dijo que la averiguación sobre el espionaje a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, durará “varios meses”, y la mexicana se encuentra dentro del mismo paquete.

 

El espionaje a Peña Nieto no forma parte de la temática que abordará el Presidente con el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, quien arriba esta noche a México y dialogará el viernes en Los Pinos. Biden encabeza la primera delegación de alto nivel que se reúne con sus contrapartes mexicanos en más de 12 años, donde el tema central no es la seguridad.

 

Biden encabeza una delegación que integra a tres secretarios de Estado, funcionarios de la Casa Blanca,el Departamento de Estado, el Departamento de Educación, y del Consejo Nacional de Seguridad. Las reuniones se realizarán el viernes, donde la delegación mexicana será encabezada, por la temática económica que domina la agenda, por el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, quien estará acompañado por el canciller José Antonio Meade.

 

Biden iniciará la reunión bilateral y se trasladará a Los Pinos, donde hablará con el presidente Peña Nieto de los temas de la relación entre los dos países, y al finalizar darán una conferencia de prensa.

 

El tema del espionaje quedó fuera de la agenda. De acuerdo con el subsecretario de Relaciones Exteriores, Sergio Alcocer Martínez, el tema fue tratado en San Petersburgo al más alto nivel. Sin embargo, dijeron diplomáticos, Peña Nieto tiene un documento específico sobre el tema en caso de que el vicepresidente lo sacara en la conversación.

 

El gobierno mexicano, sin embargo, recibió ayer nuevas garantías de la NSA de que investigará si el espionaje a Peña Nieto en 2012, cuando de acuerdo con documentos revelados del ex contratista de la NSA, Eduward Snowden, intervinieron los correos electrónicos y los celulares del entonces candidato.

 

Bajo el marco legal en que actúa la NSA, la agencia está facultada para interceptar comunicaciones electrónicas de extranjeros dentro y fuera de Estados Unidos con el fin de garantizar la seguridad nacional, rango en el que entra el presidente Peña Nieto. Sin embargo, diplomáticos mexicanos dijeron que existe una ventana en la cual los estadunidenses pudieron haber actuado con ilegalidad.

 

En la nota diplomática que se entregó a la Embajada de Estados Unidos en México, se expresan las preocupaciones mexicanas. Diplomáticos mexicanos explicaron que la ley estadounidense protege a la NSA en todo aquello que se conoce como “Big Data”, que es la acumulación de comunicaciones interceptadas vía electrónica, que fueron captadas por los satélites.

 

No obstante, agregaron, la preocupación mexicana se centra en el espionaje telefónico que denunció Snowden. “No es lo mismo el espionaje satelital, a que se hayan metido a los teléfonos en México”, insistió un diplomático.

 

Si la intervención de las llamadas telefónicas y mensajes electrónicos del entonces aspirante a la presidencia de México, ocurrida en junio de 2012, se realizó por medio de los programas “Big Data”, la agencia estadunidense no habría actuado de forma ilegal de acuerdo con los poderes que le concedió el Senado de su país. Particularmente el artículo 702 de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA), es el que otorga al gobierno el poder para controlar las comunicaciones de personas que supone extranjeras y que viven fuera de Estados Unidos.

 

Por lo tanto, a través de una orden judicial, el gobierno está autorizado a reunir un número relativamente elevado de llamadas telefónicas y correos electrónicos, sin que sea necesario que sus remitentes o destinatarios estén vinculados al terrorismo. Los extranjeros residentes fuera de Estados Unidos no disponen de ninguna protección constitucional, por lo que la presunta intercepción de los mensajes del entonces candidato, Enrique Peña Nieto, no serían ilegales.

 

Espionaje, fuera de la agenda

 

 

La seguridad fronteriza y el presunto espionaje que realizó la NSA al presidente Peña Nieto, no figura en la agenda de la visita que el vicepresidente de ese país, Joe Biden, realizará a México. El subsecretario de Relaciones Exteriores para América del Norte, Sergio Alcocer Martínez, describió que el objetivo de la estancia de Biden en México, busca fortalecer los lazos económicos entre ambos países, por lo que sostendrá reuniones con empresarios y académicos.

 

“El tema del espionaje, el presidente de la República ya trató este tema durante la reunión del G-20, tanto en una llamada telefónica, posteriormente una entrevista con el propio presidente de EU. Ya hay un ofrecimiento que hizo el presidente de Estados Unidos de hacer una investigación profunda sobre este tema y estaremos atentos a este asunto”, aseguró Alcocer. La relación bilateral “es muy amplia, muy madura, muy diversa” que como toda relación de este tamaño y por “esta complejidad tiene posibilidades de tener irritantes, pero también tiene la madurez para poderse sobreponer. En este caso será una visita que versará sobre los temas de carácter económico”, agregó

 

Adelantóque la visita del vicepresidente estadunidense tendrá una agenda muy reducida, pues llegará esta noche y el viernes por la mañana se reunirá con empresarios y académicos de ambos países; más tarde se encontrará con el presidente Peña Nieto en la residencia oficial de Los Pinos. El objetivo de la visita es de carácter económico y busca promover una mayor competitividad de la región de América del Norte a través del lanzamiento del Diálogo Económico y de Alto nivel, implementado durante la visita del presidente Barack Obama en mayo pasado.

 

A la par de la visita del vicepresidente estadunidense a la capital mexicana, se dio a conocer que la comisión del Senado brasileño que investiga el presunto espionaje contra las comunicaciones de la presidenta Dilma Rousseff, algunos de sus asesores y la empresa estatal Petrobras, viajará a Moscú para reunirse con el ex analista de la ASN, Edward Snowden. Ese hecho, que de acuerdo con el gobierno brasileño, no fue explicado por Washington satisfactoriamente, determinó la cancelación de la visita de Estado que la mandataria realizaría el próximo mes de octubre a EU.