ROMA. Avanzan lentamente las labores encaminadas a reflotar el Costa Concordia, el crucero que desde enero de 2012 se encuentra encallado en la isla italiana del Giglio tras una maniobra peligrosa de su capitán.

 

Desde la mañana de este lunes centenares de técnicos se encuentran abocados a una maniobra que casi no tiene precedentes en la historia de la navegación y que busca extraer entera a la nave de 114 mil toneladas y 70 metros de altura.

 

La operación, que tendrá un costo de unos 600 millones de euros (800 millones de dólares), incluyó la instalación de 15 flotadores-estabilizadores sobre el lado derecho del barco, que se sumaron a otros iguales colocados en la parte izquierda.

 

El sistema permite la evacuación del agua del interior del crucero y al mismo tiempo ofrece empuje para la reflotación.

 

Tras cinco horas de trabajo el barco se había enderezado de unos tres grados. Al mediodía la carcaza se había ya despegado de las rocas en las cuales estaba encallado y a las 15:00 horas se había alzado dos metros de los escollos.

 

A las 18:00 horas se suspendieron momentáneamente las operaciones a causa del mal tiempo, pero estas serán retomadas a las 21:00. En los trabajos se utilizan cables de acero cuatro veces más grandes de los que soportan la Torre Eiffel.

 

Al momento de la suspensión, el vehículo había alcanzado 10 grados de rotación, de los 65 necesarios para su remolque.

 

Todas las operaciones son coordinadas desde una sala de control, en la cual trabaja un equipo de 12 personas.

 

Los 36 cables de acero son fundamentales para mantener en su lugar a los 290.2 metros de largo y 35.5 de ancho.

 

Los trabajos se extenderán durante toda la noche para movilizar el crucero tras 21 meses del naufragio, desde aquel 13 de enero de enero de 2012, durante el cual 32 personas fallecieron, de los tres mil 216 pasajeros.

 

Tras el reflote, se reiniciará la búsqueda de los cuerpos de dos desaparecidos, producto de una maniobra peligrosa realizada por su comandante Francesco Schettino, conocido mundialmente como “capitán cobarde”.