La pregunta se generaliza y la respuesta no deja dudas:

 

-¿Dónde está Juan Díaz de la Torre?

-En cualquier parte, menos donde debe.

 

El heredero de Elba Esther Gordillo debiera tener el control del SNTE, frenar la sangría de maestros hacia la Coordinadora y asegurar la normalidad en la enseñanza primaria y secundaria.

 

Pero no.

 

A su arribo a la presidencia del SNTE, el 27 de febrero pasado, la CNTE sólo controlaba Oaxaca, había perdido el liderazgo de la Sección 18 en Michoacán y en otros lugares era apenas una expresión desorganizada.

 

Medio año después el panorama se invierte:

 

El SNTE ha perdido definitivamente Chiapas, la CNTE se enseñorea en al menos 22 estados y las movilizaciones contra la reforma educativa crecen libremente en lugares donde antes no existían.

 

Con un agravante: esas manifestaciones son cada vez más radicales, como muestra el reto al Estado mexicano con el estrangulamiento de la capital del país, el bloqueo de instalaciones públicas, la conversión del Zócalo en un gran excusado al estilo Andrés López y la toma de casetas de las autopistas más importantes.

 

Por eso es válida la pregunta al interior del gabinete de Enrique Peña Nieto.

 

NO ENCUENTRAN CON QUIÉN SUSTITUIRLO

 

Esta situación tiene un origen errático.

 

El 19 de marzo publicamos en este espacio: Consigna oficial para fortalecer a Juan Díaz al frente del SNTE.

 

Días después el adelanto quedó corroborado: Díaz de la Torre acudió a Los Pinos a retratarse con Enrique Peña y Emilio Chuayffet.

 

También dijimos:

 

“Tal vez por las prisas dejaron imprevistos en el gremio magisterial.

 

“Por ejemplo, no se tenía claro a quién impulsar en lugar de Elba Esther Gordillo cuando se decidió encarcelarla por lavado de dinero, desvío de recursos, delincuencia organizada y cuanto resulte de las investigaciones.

 

“A las prisas se llamó desde las alturas a Carlos Jonguitud Carrillo, hijo del histórico cacique Carlos Jonguitud Barrios, defenestrado en 1989 por Carlos Salinas”.

 

No le dieron el sindicato porque no tenía plaza ni sindicato.

 

Hoy, contra corriente, Jonguitud Carrillo ya tiene el Sindicato de Trabajadores para la Educación (STE), pero no sería la solución.

 

Todo porque Díaz de la Torre no ha sido útil ni al gremio ni al gobierno ni al Estado y menos al sistema educativo.

 

FEDERACIÓN DE BURÓCRATAS AL GARETE

 

No nada más el SNTE se resquebraja.

 

Todo el imperio de Elba Esther Gordillo muestra fisuras.

 

Es el caso de su federación de burócratas (la Fedessp), creada por ella para minar a FSTSE y al dirigente a quien ella consideraba su enemigo, Joel Ayala.

 

Hasta en organización, la Fedessp se ha hecho más chiquita: antes tenía cinco presidentes en la dirección colegiada; hoy nada más son cuatro.

 

La última decisión de La Maestra fue nombrar representante del SNTE a Noé Rodríguez García.

 

Sigue, pero hace dos semanas esa conducción masiva se completó con tres más: Víctor Bernardo López, Cristina Olvera y Pedro Escárcega.

 

Cargos sin representación: Escárcega no dirige el sindicato de Sagarpa y no tiene autonomía.

 

BELTRONES: LAS REFORMAS CONTINUARÁN

 

 

1.- Pese a la oposición de gremios y sectores afectados, advirtió el coordinador parlamentario priista Manlio Fabio Beltrones, las reformas estructurales seguirán.

 

Ya lo demostraron con las leyes educativas y continuarán con dictámenes casi paralelos en materia de energía y hacendaria, prometió Beltrones, mano operadora de Enrique Peña en la Cámara de Diputados.

 

Y 2.- Varios gobernadores, incluidos los perredistas Ángel Aguirre y Graco Ramírez, se han sumado a la campaña federal por la reforma hacendaria.

 

El priista Eruviel Ávila se comprometió ayer con este esfuerzo durante la entrega de una planta maquiladora a mujeres para elaborar prendas de vestir en Santo Tomás, Estado de México.

 

Es, destacó, un esfuerzo por la justicia porque se creará seguridad social y pagarán más las personas y empresarios de mayores ingresos.