La isla de Ascensión, en medio del Océano Atlántico, sería un centro importante para vigilar las comunicaciones globales en servicio de las agencias de inteligencia británica, según la investigación del semanario brasileño Itsoé.

 

La búsqueda de indicios físicos que confirmen que existen las instalaciones para realizar esa misión desde aquella isla bajo control británico, permitió observar imágenes aéreas de edificaciones cubiertas con enormes artefactos, semejantes a antenas parabólicas, en lo que el indicador denomina como el aeropuerto.

 

Con auxilio de la herramienta Google maps, 24 horas acercó la imagen para intentar conocer qué son esosartefactos -parecidos a grandes antenas parabólicas- circundadas por amplias vías de comunicación.

 

El conjunto de antenas de gran dimensión que rodea los edificios de la zona del aeropuerto y la más próxima es muy semejante al que se puede ver en las instalaciones del Centro de Comunicaciones del Gobierno Británico (GCHQ por sus siglas en inglés), situado en las inmediaciones de Cornwall, en el Reino Unido, y conocido como GCHQ Buda.

 

Un acercamiento aéreo a la zona cercana del mayor conjunto de artefactos e instalaciones, permite apreciar un indicador que señala que ahí está la “Estación Ascensión de la Real Fuerza Aérea”.

 

Hacia el sur, se ubica una construcción menor, también rodeada por pequeñas esferas bajo la indicación: Radar tracking site (Instalación de rastreo por radar).

 

Hacia el sureste se distingue una instalación, aún más pequeña con la leyenda Space tracking site” (instalación de rastreo espacial).

 

Según la investigación realizada por la revista brasileña Istoé, la información que se capta en la isla Ascensión se transmite para su análisis en un centro de inteligencia situado en Fort Meade, en Maryland (EU), a través de sistemas capaces de vulnerar todo tipo de protección informática.

 

El semanario advertía que desde esa isla se vigilan las comunicaciones en Brasil, Argentina, Uruguay, Colombia y Venezuela.

 

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Tribunal autorizó que la ASN espiara a estadunidenses

 

WASHINGTON. El gobierno de Estados Unidos obtuvo en secreto, hace dos años, una autorización de un tribunal de vigilancia para que la Agencia de Seguridad Nacional (ASN) investigara deliberadamente las comunicaciones de estadunidenses entre los enormes bancos de información de llamadas y correos electrónicos interceptados que posee, publicó The Washington Post.

 

El diario había informado que en 2011 las autoridades consiguieron que el tribunal levantara la prohibición a ese tipo de investigaciones y además, logró que ampliara de cinco a seis años el tiempo que la ASN podía almacenar las comunicaciones interceptadas. Con su decisión, el tribunal permitió a la ASN “escudriñar la vasta mayoría” de sus bancos de comunicaciones usando los correos electrónicos y números telefónicos de estadunidenses y residentes legales sin una orden, de acuerdo con la opinión de Bates.

 

También Petrobras y Google

 

El espionaje de la ASN también alcanzó las redes privadas de Google, a la Sociedad de Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales (SWIFT), que facilita la mayoría de las transferencias bancarias en el mundo y a la paraestatal brasileña Petrobras, de acuerdo con documentos filtrados por el ex analista Edward Snowden, reportó la televisora Globo de Brasil.

 

Las tres empresas están incluidas en un manual de entrenamiento de la ASN para nuevos agentes sobre cómo infiltrarse en las redes de cómputo privadas de compañías grandes.

 

Reportes previos basados en documentos de Edward Snowden revelaron la existencia del programa PRISM, que le da a la ASN amplio acceso a datos de clientes de compañías como Google y Facebook.

 

En reacción a esa información, el director de Inteligencia Nacional, James Clapper, dijo en un comunicado que “no es ningún secreto que la comunidad de espionaje recolecta información sobre asuntos económicos y financieros y sobre financiamiento del terrorismo”. Subrayó que la NSA ha tenido “éxito en afectar las redes terroristas al seguir su dinero mientras se mueve por el mundo”. Agregó: “Lo que no hacemos, como lo hemos dicho muchas veces, es usar nuestra capacidad de inteligencia en el extranjero para robar los secretos comerciales de compañías extranjeras y dárselos a las compañías estadunidenses para mejorar su competitividad internacional”.