La historia parecía simple: un Desarrollador de juegos de video tenía por encomienda crear un entretenimiento que destronara el dominio que, durante años, había tenido el video juego de invasores del espacio (más conocido como “Space Invaders”) en los arcadas mundiales. El resultado fue demoledor: se concibió el juego de Arcade más famoso del mundo.

 

Pac Man.

Toru Iwatani fue el encargado de crear el Arcade cuya premisa era muy sencilla, tanto como los inocentes años ochenta. En él, un monstruo ámbar debe de terminar con 240 puntos que rellenan el camino antes de ser engullido por cuatro monstruos de distintos colores que responden a los nombres Blinky, Pinky, Inky y Clyde.

 

El juego, que en Japón se llamaba Puck-Man y tuvo que cambiar su nomenclatura en Occidente debido a la facilidad de convertirlo en insulto, cautivó a una juventud que no quería entender de Reaganomics y de medidas políticas impopulares en Occidente. Los establecimientos de videojuegos tenían filas para jugar el fenómeno y las competencias para terminar los 255 niveles de programación se popularizaron alrededor del orbe.

 

Pac-Man fue la puerta de entrada para niños, púberes y adolescentes al mundo del juego electrónico. Algunos ya tenían cierta experiencia con el famoso y básico Pong, pero fue Pac-Man, con su simpleza y carisma -si así se puede catalogar- que complementó la necesidad de una incipiente industria por atrapar a un target que, desde entonces, no los dejaría.

 

Con el monstruo amarillo llegarían las historias del Gorila y el trabajador Mario, la rana que debe cruzar el camino y hasta el cocinero de las hamburguesas. Más aún, las consolas de juegos caseros de video como Atari y Colecovision dispararían sus ventas por la necesidad de jóvenes y padres de jóvenes de seguir en la proeza de vencer a los “fantasmas”.

 

Pero, de todos los títulos, Pac-Man fue el que se convirtió en el primer Rockstar de los videojuegos. Sus ventas llegaron a un millón de personas alrededor del mundo en los primeros dos años y su impacto ocasionó que la cadena de televisión ABC se interesara por una serie de dibujos animados basados en el personaje y su familia. A la vez, el dueto Buckner y Garcia lanzaron la canción “Pac-Man Fever” que llegó a estar en los primeros lugares de la hoy oxidada revista Billboard.

 

El suceso de un videojuego tan simple hizo que, como en todo, hubiera secuelas para atrapar a una audiencia que, por un lado, era más numerosa tanto en el interés como en la facilidad con que terminaba los 255 niveles. De ahí que, con el tiempo, surgieran las secuelas como Jr. Pac-Man, Super Pac-Man y, por supuesto, el más popular de todos: Ms. Pac-Man. De hecho, más de 50 secuelas del título fueron lanzados alrededor del mundo.

 

No por nada, hoy en día el fenómeno de Pac-Man sigue siendo inexplicable. Apenas un par de años atrás, Google decidió conmemorar los primeros 30 años de su lanzamiento con uno de sus famosos doodles. La atención generada por el mismo ocasionó que el buscador lo dejara más tiempo a disposición de sus usuarios.

 

Ahora, luego de 33 años de lanzamiento, El personaje regresa por sus bríos y por la puerta grande.

 

Desde hace un par de semanas, el canal de televisión Disney XD comenzó a transmitir el serial “Pac-Man and the ghostly aventures”, que retoma al personaje principal de los juegos ochenteros y lo pone en circunstancias distintas, menos formales, de lo que hacia la serie de hace tres décadas.

 

De la misma forma, la industria de los juegos de video ha volteado a ver a su figura icónica y lo rescata para crear un nuevo desafío fuera del laberinto.

 

Justicia clara para un juego que nos recuerda un México donde la división social solo era detenida por la indignación que causaba el caso de Rafael Caro Quintero.

 

Momento…creo que, con ironía, Pac-Man no es el único personaje de los ochenta que se pondrá de moda en este 2013.

 

Por desgracia.