Todas las fechas FIFA son incómodas de alguna manera para los equipos europeos, pero quizá la más inoportuna es la que se realizará este miércoles con decenas de selecciones jugando en cada confín del planeta.

 

Precisamente en el momento en que unos han arrancado torneo de liga y otros están por hacerlo, es necesario romper filas, frenar pretemporada, tomar largos vuelos (más), cambiar chip en la mente y disputar cotejos amistosos.

 

Las ligas de España e Inglaterra, por ejemplo, comienzan este sábado y el común de los directores técnicos apenas tendrá un par de días con plantel completo para preparar el debut. Elementos del Real Madrid y Barcelona enfrentarán a Ecuador en Quito, y con Argentina a Italia en Roma, y con Brasil a Suiza en Basilea, y con Alemania a Paraguay en Kaiserslautern… y unas horas después estarán empezando la pelea del título de liga.

 

De por sí su verano ha sido particularmente movido con la Copa Confederaciones y las inadecuadas (y más orientadas a lo económico) pretemporadas. Los del Barça han estado en Israel, Malasia, Tailandia, en una racha de compromisos que apenas ha permitido al plantel ponerse a plenitud: encuentros políticos, actos sociales, eventos publicitarios, recepciones de jefes de estado, visitas turísticas y, en ratos libres, algo de futbol (“se entrena cuando se puede”, decía resignado Lionel Messi).

 

Después de tal trajín, inicia un año futbolero que incluirá 38 partidos de liga, y con éxito 13 de Champions League, y de llegar a la final 9 de Copa del Rey, y cierre de eliminatorias mundialistas, y muy relevantes partidos de preparación con las selecciones, y el mismo Mundial. Estas piernas ya no pararán hasta que sean eliminadas de Brasil 2014 en julio del año entrante.

 

Por ello hubiera sido idóneo un trabajo previo al torneo con mucho mayor apego a lo físico y futbolístico (como lo hicieron los clubes alemanes, ninguno saliendo de Europa) y por ello también ponerse a jugar con la selección este miércoles es una piedra en los zapatos de los clubes.

 

Pasará este amistoso, importantísimo también para los seleccionadores nacionales, volverán a sus equipos un par de semanas y posteriormente volverán a cruzar océanos para los días más relevantes de cara al próximo Mundial: los eliminatorios del 6 y 10 de septiembre.

 

Francia y Alemania ya tienen sus ligas en marcha (es decir, lo siguiente a su jornada inicial ha sido romper filas para la fecha FIFA). España e Inglaterra lo hacen este 17 de agosto. Italia una semana más tarde.

 

Poco se puede hacer al respecto como no sea admitir lo obvio: que tantos partidos y certámenes en un año no caben. Ya son varios Mundiales en que las principales figuras llegan con los músculos quemados. Y así seguiremos. No es culpa tampoco de otro gran afectado, como lo son las selecciones que ya verán qué provecho sacan de un plantel tan disperso como puede esperarse para este miércoles. Es culpa de un esquema que no será tocado. Que venga ésta loca semana en el futbol. Que venga ésta inoportuna fecha FIFA. Que venga cuanto compromiso y evento se pueda que si no este negocio se cae, y adiós traspasos millonarios, y adiós sueldos colosales, y adiós estadios que son modernos parques temáticos.

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