Debido a que hay muchos modelos de negocios petroleros en el mundo, el gobierno de México debe buscar uno que le convenga y adaptarlo a sus realidades, no puede ser una copia exacta de algo que ya existe, dice el presidente y CEO de la empresa colombiana Ecopetrol.

En entrevista con 24 HORAS, Javier Gutiérrez Pemberthy recuerda que la reforma de la paraestatal colombiana necesitó cambios en las leyes para poder abrirla a la inversión privada y permitir que funcionara como cualquier otra empresa.

 

La entrevista se realizó en el marco del Seminario de la Experiencia de Colombia en Materia Petrolera organizada por la Secretaría de Energía.

 

Además, poco después de hacerse pública la firma de un acuerdo de colaboración entre Pemex y Ecopetrol, para intercambiar experiencia técnica, académica, científica y administrativa en materia de exploración, producción y refinación, así como petroquímica y transporte.

 

–¿Cómo fue la reforma de Ecopetrol en Colombia?

 

–Se miraron muchas alternativas y distintas propuestas y al final se llegó a una propuesta que se analizó, se discutió en el Congreso. Se generaron dos instrumentos. Uno es el decreto de la ley 1760 que fundamentalmente cambia la organización institucional y de responsabilidades y de los organismos que actúan en el sector de los hidrocarburos.

 

“Por el otro, fue la ley 1118 para poder facilitar todo el proceso de cambio que requirió Ecopetrol para actuar como cualquier otra empresa. Esos son fundamentalmente los dos instrumentos a grandes rasgos. El decreto a la ley 1760 de reorganización institucional y de responsabilidades en 2003. En 2006, se hizo el decreto de la ley 1118 para habilitar a Ecopetrol para actuar como cualquier otra empresa, para competir con el resto de las empresas”.

 

–¿Se hicieron cambios a la Constitución colombiana?

 

–Hubo cambio en las leyes, pero claramente no fue una reforma constitucional. Fue una reforma de leyes, pero no fue constitucional.

 

–¿Cuáles fueron los  modelos que Colombia usó para reforma a Ecopetrol?

 

–Se visitaron muchos otros esquemas. Tienes Brasil que es un caso, tienes los casos de Perú, Statoil, que son los noruegos, hay otros casos que se han desarrollado en Europa. Lo que uno hace es el análisis de todos esos y tratar de ver qué cosas han dado mejores resultados, cuáles han tenido problemas y mirando las condiciones de cada uno. De esas discusiones que se realizan, tanto los que están a favor como lo que están en contra, los que piensan de una manera y otra, pues van surgiendo las ideas de lo que constituye el vestido que le queda a cada cual. Una reforma es un vestido que se hace a la medida.

 

–¿Cómo se adaptaron esos modelos al modelo colombiano?

 

–Al final esto parece ser lo mismo que decir cuál se parece a cuál. Cada cual se arma su vestido. Tu usas un traje, pero al final es un traje que queda a tu medida. Sí hay cosas que se parecen. Por ejemplo, Petrobras ha colocado acciones, pero sin embargo al final el modelo brasileño no es igual que al modelo colombiano. Probablemente que nosotros tengamos algo parecido al noruego, pero no somos iguales. Entonces, cada país tiene sus propias circunstancias.

 

–¿Eso debe hacer México también?

 

–Adaptarlos a sus necesidades y a lo que quieren hacer según sus objetivos.

 

–Se habla mucho del tema de la corrupción, de la transparencia y del problema del sindicato en Colombia antes de que se realizara la reforma de Ecopetrol. ¿Cómo se ha adaptado a estos problemas?

 

–Creo que han sido oportunidades  y se han venido fortaleciendo tanto todo el sistema para garantizar la transparencia en la gestión, para los procesos éticos y también para las relaciones con el sindicato. Hoy se le sigue teniendo el respeto. Hemos logrado acuerdos muy importantes con ellos. Ellos tienen también sus diferencias significativas, pero buscamos cada vez cómo poder construir en temas que no son comunes y especialmente en defensa de los trabajadores.

 

–¿Qué consejos dan a México en término de la reforma energética?

 

–Creo que lo que uno hace es compartir las experiencias, pero cada país tiene que encontrar sus soluciones. Lo que no me cabe la menor duda es el potencial que tiene México realmente del desarrollo de sus sectores es absolutamente impresionante. Si comparas las reservas de México con Colombia, pues son inmensas. Pienso que hay una excelente oportunidad y lo que deben hacer es buscar lo que les conviene, pero no dejar de buscarlo y cuando lo encuentren, hacerlo. Hay una buena oportunidad y tienen que insistir en encontrar eso.

 

-¿De qué trata el contrato que se hizo con Pemex?

 

–Básicamente lo que nosotros hemos hecho es lo que se conoce como un memorándum de entendimiento para encontrar posibles áreas de trabajo. Es en ese sentido el acuerdo. Está orientado en compartir experiencias, proyectos y demás entre las dos compañías.

 

–¿No hubo inversiones?

 

–No. Todavía no, porque no se puede. Estamos dentro de las reglas.

El sindicato, lo más difícil para la reforma

La transformación de la petrolera colombiana Ecopetrol ha pasado periodos difíciles, debido a la fuerza del sindicato de los trabajadores de la paraestatal, pero hoy en día “nadie puede decir que era mejor el modelo  anterior”, afirmó el presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos de Colombia.

 

“El sindicato estaba lleno de beneficios y prebendas que de alguna manera era un subsidio para un grupo pequeño de colombianos versus un recurso que es de todos los colombianos”, explicó a 24 HORAS Germán Arce.

 

“El sindicato dejó de ser el sindicato de Ecopetrol y se convirtió en sindicato de toda la industria petrolera. Entonces no era lo mismo tener un número de afiliados asociados a una compañía que no crecía porque no lograba mejorar su cadena de producción a tener hoy en día 120 clientes en la industria”, indicó Arce, quien dirige la Agencia Nacional de Hidrocarburos creada en 2003 para administrar el recurso de esa nación sudamericana.

 

La reforma de Ecopetrol se realizó en varias etapas y duró más de una década, recordó Arce, pues el último cambio se hizo en 2012, cuando el gobierno de Juan Manuel Santos definió la reglas para el pago de regalías para las regiones derivadas de la explotación de recursos naturales, como los hidrocarburos.

 

“Nosotros no cambiamos el modelo de un día para otro. Lo que nosotros hicimos es una serie de decisiones de política que se ha venido ejecutando en los últimos 11 o 12 años, alineando tres gobiernos. (…) Es una industria que requiere reglas de juego estables en el largo plazo. Uno no puede cambiar el modelo con cada gobierno, porque no logras crear los incentivos correctos para que la industria se desarrolle”, relató.

 

Recordó que durante esta transformación, Ecopetrol casi duplicó su producción, la cual ha llegado a cerca de 800 mil barriles diarios, lo que hace de la sociedad pública una de los 20 mayores productores de petróleo en el mundo.

 

Para el 2015, Ecopetrol tiene la meta de aumentar su producción a más de un millón de barriles diarios.

 

No obstante, reconoció que al comienzo de la transformación, el país tuvo sus dificultades, pero lo más importante, afirmó, “era poder generar de nuevo los incentivos correctos que en el neto al final se convirtió en más rentas para el Estado, en más barriles en producción, en más incorporación de reservas, en mayor nivel de rentas para las regiones”.

 

Expuso que las reformas energéticas que se han realizados en varios países son “muy transcendentales” para que el país pueda generar los incentivos correctos.

 

“Pero en el caso nuestro, creo que hoy nadie en Colombia está diciendo que era mejor el modelo anterior, ni siquiera los sindicatos”, concluyó.