Luego de que en redes sociales se denunció el caso de abuso de autoridad de un funcionario municipal de Centro, en Tabasco, que humilló a un niño indígena que vendía dulces, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) atrajo el caso e inició una queja de oficio.

 

En un comunicado dio a conocer que desde el momento en que se exhibió el caso por Youtube, Twitter y Facebook, personal del organismo se trasladó al lugar para buscar a l niño que fue víctima de humillación y para recabar testimonios.

 

“Se trata del caso ocurrido en la capital del estado de Tabasco, donde un servidor público obligó a un menor de edad, de origen indígena, a tirar al suelo los dulces que ofrecía, para vender, en una canasta y se apropió, al parecer, de unos cigarros que llevaba con el argumento de que los estaba vendiendo un menor de edad”, refirió la Comisión que preside Raúl Plascencia Villanueva.

 

Agregó que como parte de la investigación contactó a la Comisión Estatal de Derechos Humano (CEDH), pero ésta informó que al desconocerse el paradero del niño, “solicitó la colaboración de la Procuraduría del Menor y la Familia del estado de Tabasco a fin de investigar en dónde está hoy el menor que, se dijo, había regresado al estado de Chiapas, lugar en el que nació”.

 

La CNDH aseguró que investigará el caso y dará seguimiento a las pesquisas que hagan la Procuraduría del Menor y la Familia y demás autoridades de Tabasco a fin de proteger a la víctima.

 

Ante la indignación generalizada, Juan Diego López Jiménez, inspector de la Coordinación de Zona Luz, en el municipio de Centro, fue cesado por el abuso de su autoridad y humillación a un niño que vendía sus dulces.

 

El dilema de ser niño, indígena y pobre

 

El niño tzotzil vendedor de dulces y cigarros en la zona Luz del Centro Histórico de Villahermosa, Tabasco, no habla español de manera fluida. Es de origen chiapaneco, como muchos de los comerciantes informales instalados en ese lugar.

 

La difusión del video que muestra al niño quien solloza mientras un empleado de Reglamento Municipal de Villahermosa lo forza a tirar su mercancía al suelo y le roba unas cajetillas de cigarros provocó la reacción desde diversos sectores. La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) anunció el inició de un expediente de oficio y el Ayuntamiento de Centro informó que Juan Diego López Jiménez “ya fue despedido de su cargo”.

 

El caso del niño tzotzil no es el único. La Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) ha señalado que esta práctica se ha normalizado en contra de vendedores ambulantes en las principales ciudades y zonas turísticas del país. El acto además de humillante y discriminatorio tiene como intención la “limpieza social” de aquellos grupos y personas pobres que sobreviven en el espacio público.

 

Datos de la REDIM indican que en la actualidad, más de tres millones de niñas, niños y adolescentes de entre cinco y 17 años realizan actividades económicas; mientras que cuatro de cada 10 no reciben remuneración por su trabajo. Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 36% de los niños indígenas entre 6 y 14 años de edad trabajan.

 

Jesús Manuel Argáez, presidente de la CEDH dijo a 24 HORAS que se dictaron medidas cautelares al Ayuntamiento de Centro para asegurar la integridad física y sicológica del niño.

 

“Son medidas cautelares previas a nuestra investigación, la cual puede terminar en una recomendación de sanciones a los servidores públicos que hayan cometido violaciones de derechos humanos, que van desde el cese de sus actividades hasta su inhabilitación para desempeñar cargos públicos, de acuerdo con la Ley de Responsabilidad de Servidores Públicos del estado”, dijo. (Con información de Juan Luis Ramos)