Fotos: Cortesía Radgonske Gorice
“Son fáciles de beber, sin demasiada complejidad, a diferencia de muchas bodegas antiguas de la zona mediterránea. Además, los espumosos resultan ideales para las celebraciones, lo que refrenda la condición de nuestra bodega para ser accesible a todos los que están adentrándose en el mundo vinícola”, precisa.
Destaca que la bodega entró en 2011 a México como producto exclusivo de Liverpool. Hoy en día están presentes en otros puntos de venta y centros de consumo. A pesar de que es una marca que no está relacionada con bodegas conocidas, algo que ha ayudado mucho es el origen: un vino que viene de Eslovenia causa curiosidad.
“Es un vino nuevo, diferente, rompe con el esquema de los vinos del Viejo Mundo, como Italia, Francia y España. La propuesta es aprovechar el origen, sacar de Eslovenia algo diferente y nuevo para los amantes del vino”, indica.
CON MUCHO QUE CONTAR
La viticultura ha estado presente por años en la región montañosa incrustada entre los ríos Mura y Ščavnica, en Eslovenia. Entre los años 1792 y 1835 el archiduque Johann, hermano del emperador austriaco Franz, amplió la producción de vino en la zona. Para 1819 la Sociedad Agrícola de Estiria se estableció en la ciudad de Graz, con una filial en Radgona.
En 1852 el Sr. Kleinošek, originario de Radgona, introdujo por primera vez al mercado esloveno vino espumoso elaborado bajo el método tradicional de fermentación en botella. Así es como nace la compañía Kleinošek, hoy en día Radgonske Gorice; con el paso de los años la producción se expandió y numerosas cavas, todavía en uso, fueron construidas.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la Cosechadora Agrícola de Radgona, empresa paraestatal del régimen yugoslavo, tomó el control de la compañía. Fue hasta 1997 que la actual sociedad Radgonske Gorice fue establecida como una empresa de capital privado.
Los viñedos comprenden más de 400 hectáreas de cultivo situadas en el punto de unión de climas prealpinos. Los inviernos son húmedos y fríos y los veranos secos y calurosos. La composición geológica del suelo es variada, basado principalmente en piedra arenisca y arcilla; factor que influye en el desarrollo de los aromas y el carácter de los vinos.
Hoy en día es el productor de vinos espumosos más importante de Eslovenia y tiene una reputación de primera clase por sus excelentes vinos de guarda y reserva.
“Actualmente en México tenemos cuatro espumosos, tres blancos y un tinto. Tenemos una cepa de Eslovenia en el vino blanco Ranina Radgona, es un regreso a lo mismo, es una uva diferente, autóctona, Radgonska Ranina, que nunca había entrado a México. Gorice Rose, por otro lado, es producido con la uva Zweigelt.
“La gente que está acostumbrada a los blancos de Chardonnay, en este tipo de vinos encontrará una alternativa muy innovadora. Ranina sería la cepa más representativa de nuestros productos. Al mismo tiempo trabajamos las uvas cosmopolitas como Chardonnay, Pinot Noir, Sauvignon y Pinot Gris.
Al principio empezamos con seis etiquetas. Ahora los planes es estar presentes en más tiendas. Tenemos presencia en alrededor de 50 lugares y esperamos estar en 90 establecimientos. Nuestra meta para este año es entrar a otras tiendas departamentales”, indica Íñiguez.
UN TRABAJO PROFESIONAL
Los vinos espumosos son esencia del prestigio de la bodega, y sus cavas, de ancestral historia, son el corazón de una empresa que manifiesta un oficio único. En ellas se mantiene la tradición de Radgonske Gorice que durante más de 160 años la ha consolidado como la más importante casa vitivinícola de Eslovenia y una de las más representativas del continente europeo. Se resguarda una delicada selección de los mejores vinos espumosos.
Más de 120 mil botellas de diferentes vinos de alta calidad se almacenan en dos bodegas, que están conectados por un paso. Una de ellas es la Cava de la cascada. Al interior de ésta, una cascada de origen natural, proveniente del río Mura, es un atractivo inusual para la bodega y en ella se establece una atmósfera especial al probar los vinos.
El otro punto es la cava debajo de la rueda romana, Actualmente está laborando la que muy probablemente es la centésima generación desde los tiempos del Imperio Romano, que practica la viticultura en las colinas sobre el río Mura. Como recuerdo de la época romana y como muestra de agradecimiento a todas las generaciones de viticultores, una rueda romana se ha incorporado a la bodega, donde junto con la luz del sol, simbolizan el desarrollo de la viticultura y el comercio del vino en la región.